Derribar los muros. De la historia urbana a los estudios urbanos con perspectiva historica: propuestas teoricas y metodologicas desde un dialogo interdisciplinar. - Vol. 46 Núm. 137, Enero 2020 - EURE-Revista Latinoamericana de Estudios Urbanos Regionales - Libros y Revistas - VLEX 870304158

Derribar los muros. De la historia urbana a los estudios urbanos con perspectiva historica: propuestas teoricas y metodologicas desde un dialogo interdisciplinar.

AutorMartinez-Delgado, Gerardo

Introduccion

La historia urbana ha llevado a cuestas pesadas cargas desde que su practica se empezo a formalizar en la academia, en la decada de 1960. Desde afuera ha existido una suerte de "imperialismo" profesional, ya de los arquitectos, ya de los urbanistas u otras veces de los sociologos, todos quienes han llegado a suponer que el entendimiento e intervencion sobre la ciudad es de su competencia exclusiva o preferente. Tambien desde adentro, desde sus mismos practicantes, se ha puesto en duda la legitimidad epistemologica de la investigacion historica de la ciudad, de la naturaleza de esta como objeto propio de estudio, como una realidad diferente a las que contiene. Se la ha senalado, tambien, como una entidad incapaz de producir por si misma cambio alguno (De Teran, 1996; Lepetit, 1996; Mejia, 1998).

Con el paso de las decadas, el numero de practicantes, las obras producidas, las asociaciones y congresos y otras expresiones han cobrado vigor y han permitido que la duda epistemologica pase a un segundo plano. El problema, no obstante, se ha trasladado: la historia urbana ha sido victima de la especializacion de la que es hija y se ha fragmentado su antes vago objeto de estudio. "El debilitamiento de una percepcion global--anoto Edgar Morin (2007) en una frase muchas veces citada respecto a las ciencias en general--conduce al debilitamiento del sentido de responsabilidad, ya que cada uno tiende a no ser responsable mas que de sus tareas especializadas ..." (p. 20). En identico tono, Anthony Sutcliffe senalo sobre la historia urbana, "hemos ido demasiado lejos en separar la historia en estos compartimientos diferentes" (Almandoz, 2008, p. 247). Dividida la historia urbana de la historia del urbanismo, de la historia de la arquitectura, y luego otra vez dividida la historia social urbana de la historia cultural urbana o de la historia politica urbana, el rumbo parece mas desconcertante: ?que historia urbana?, ?una que es poco atendida por los estudios sociales u otra encerrada en su especializacion?

El animo principal de este texto es subrayar la importancia de la historia urbana, o--para decirlo mejor--de la perspectiva historica en el entendimiento de la ciudad, derribando al mismo tiempo muchos muros disciplinares, conceptuales, teoricos y metodologicos que con frecuencia limitan su comprension. Se trata, en primer lugar, de poner de relieve la necesidad de que la historia urbana recorra nuevos caminos para estudiar las ciudades del siglo XX y las de hoy, su relacion con las capas superpuestas que tienen debajo, y conecte y haga explicita la realidad historicamente construida que representa la ciudad. En segunda instancia, el texto se propone mostrar algunas estrategias metodologicas utiles para el lector especializado o el principiante en la practica de la historia urbana, las cuales, aunque conocidas, deberian ser mejor aprovechadas. En su tercera parte, el articulo ofrece una serie de propuestas, de ideas para una historia urbana capaz de derribar los muros que se han levantado, a veces por una especializacion exagerada y malentendida, otras por una formacion disciplinar o parcial, una mas por los corses teoricos, y no en pocas ocasiones por las inercias de la academia. El trabajo sostiene muchas de sus ideas teoricas y metodologicas en aportes historiograficos sobre ciudades mexicanas, norteamericanas, latinoamericanas y europeas.

La ciudad y la historia: derribar los muros disciplinares

Hace mas de cincuenta anos, Herman Ausubel escribio en el prologo a Victorian Cities, de Asa Briggs: "La gente arrogante e ignorante que cree que las dificultades urbanas del siglo XX son unicas, tiene mucho que aprender de este libro" (Briggs, 1963, p. i). Hasta entonces, 1963, las ciencias sociales llevaban varias decadas inmersas en un divorcio de hecho, levantando paredes entre disciplinas. (1) Arquitectos, urbanistas, geografos, sociologos y economistas habian sido poco atentos a la importancia de la historia en el estudio de la ciudad, pero los propios historiadores se habian ocupado escasamente de la ciudad por considerarla insignificante, llegando al punto de negar su existencia ontologica propia (Leidenberger, 2004, p. 54).

La reconciliacion de las ciencias sociales que tuvo lugar claramente desde la decada de 1960, junto con los estudios interdisciplinarios y los debates historiograficos mas recientes, parecieran dar a la historia urbana un mejor ambito de desarrollo y mejores margenes para participar del concierto de voces sobre la ciudad. Desde entonces la historia urbana se fortalecio en muchos lugares, adquirio vigor medible, por ejemplo en la publicacion de revistas especializadas como Urban History y el Journal of Urban History desde 1974, en la celebracion de congresos, en la fundacion de centros de estudio, y en la aparicion de investigaciones sobre ciudades particulares, sobre sistemas urbanos nacionales y sobre analisis historiograficos. Se acepta como un libro clasico, y en buena medida fundador de una historia urbana renovada desde los Estados Unidos, The City in History. Its origins, its tranformation, and its prospects (Mumford, 1961), seguido en Inglaterra por el recien citado Victorian Cities (Briggs, 1963). A ellos pueden sumarse, entre muchos otros, por su representatividad, Storia della citta (Benevolo, 1975), History of Urban Form. Before the Industrial Revolutions (Morris, 1979), Viena fin de siglo. Politica y cultura (Schorske, 1980), Histoire de la France urbaine (Duby, 1980-1985), The City Shaped. Urban patterns and meanings throught history (Kostof, 1998), Cities in Civilization. Culture, innovation, and urban order (Hall, 1998), y mas recientemente la obra coordinada por Jean Luc-Pinol, Historia de la Europa urbana (Pinol, 2010-2012).

En el ambito latinoamericano ocurrio otro tanto: una produccion solida desde finales de la decada de 1950 que en buena medida acompana el tono y las preocupaciones de otras latitudes: de Richard M. Morse y Jorge E. Hardoy, a Arturo Almandoz, Adrian Gorelik, German Mejia, Armando de Ramon y Eduardo Kingman, pasando por Alejandra Moreno Toscano, Ramon Gutierrez, hasta Jose Luis Romero, el autor mas influyente por su libro Latinoamerica: las ciudades y las ideas (1976).

A pesar de la relevancia de los trabajos de estos y otros muchos autores, vista en su conjunto, la subdisciplina no ha alcanzado unidad ni consolidacion en America Latina. No solo en este ambito; mas en general, los historiadores no han apreciado suficientemente la necesidad de estudiar la ciudad y sus procesos en el tiempo; y las ciencias sociales, cuando se ocupan de la ciudad, siguen ignorando en buena medida su historia. (2)

Las revistas de estudios urbanos dan cuenta del poco aprecio existente en America Latina por la perspectiva historica en la disciplina, y dos medidores apuntalan esta afirmacion. Uno de ellos es la bibliografia que reunio Horacio Capel (1998), una relacion no exhaustiva pero indicativa de los intereses, temas, perspectivas y teorias desarrolladas en los estudios urbanos entre 1960 y 1998. Destaca la poca presencia de historiadores y de la mirada historica en este balance, lo mismo que arroja un documento publicado por la Unesco en el cambio de siglo, titulado "La investigacion urbana en America Latina. Tendencias actuales y recomendaciones" (Valladares & Prates, s/f). Alli se revisa el desarrollo de los estudios urbanos, los temas, paradigmas, instituciones y programas en Latinoamerica a partir de la decada de 1960 y, aunque se reconoce que "en los ultimos decenios la comunidad de los investigadores urbanos se ha diversificado mucho", incluyendo "geografos, arquitectos, sociologos, economistas, antropologos, planificadores, historiadores y abogados", practicamente no vuelve a haber mencion alguna sobre el trabajo, los temas ni los aportes desde la historia.

Una pregunta parece flotar en el aire: ?que puede decir la historia o para que vale la perspectiva historica en los estudios urbanos, frente a los cuantiosos y dificiles apuros de las urbes contemporaneas? A veces parecen tan urgentes y tan decisivos los problemas de polucion, especulacion inmobiliaria, crecimientos desordenados, transporte deficiente, largas distancias, carencia de espacios y tiempos para la convivencia, baja calidad e injusticia en el acceso a las viviendas, violencia, pobreza, informalidad laboral, y tantos otros, que se han creido dificultades sin precedentes y se abordan desde una perspectiva inmediatista. Lo cierto es que la agenda urbana contemporanea por si y las grandes transformaciones de las ciudades en el siglo XX, con sus dimensiones, alcances y rapidez, exigen multiples esfuerzos de comprension donde la historia ocupe un lugar de mayor relevancia en la discusion del que hasta ahora ha tenido.

En los estudios urbanos se presupone con frecuencia que los problemas de las ciudades son nuevos, que no tienen precedentes; se subestima la historia y se aprecian demasiado los modelos teoricos aplicados sin demasiados reparos. En la decada de 1970, por las facultades universitarias donde corrian las ideas marxistas, la sociologia se convirtio en "la ciencia" que permitiria estudiar, entender y denunciar los grandes problemas de las ciudades, como la pobreza y la exclusion, y con ello recaia en sus manos el cambio.

De entonces hacia ahora, muchas ciudades en el mundo han experimentado condiciones que conducen a proponer con cierta ligereza que se esta ante modelos nuevos de ciudad. Por supuesto, entender las dinamicas del neoliberalismo y de sus impactos urbanos es fundamental, siempre que no se pierda de vista ni la perspectiva historica ni otras variables.

Una fuerte corriente teorica propone que la fragmentacion, los problemas sociales, los de transporte o los de la baja calidad de las viviendas son producto de los proyectos impuestos desde arriba, ya de industrializacion o de vinculacion con economias a escala planetaria (Harvey, 2013). ?Son los procesos de...

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