Derecho ambiental
| Autor | Ana Sas |
| Páginas | 24-25 |
Industria Legal
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Ana Sas
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Una deuda institucional que Chile tiene
con su patrimonio natural, se relaciona con
la conservación de la biodiversidad y la
administración de las áreas protegidas, ya
que desde la dictación de la Ley N°18.362
de 1984, que creó el Sistema Nacional de
Áreas Protegidas del Estado, que nunca
entró en vigor, no hemos tenido una
institucionalidad que regule
adecuadamente las áreas protegidas.
Actualmente, y luego de once años de
tramitación, la reforma realizada por la Ley
N° 20.417 aún no está completa: Falta el
Servicio de Biodiversidad y Áreas
Protegidas (SBAP). En marzo de 2011
ingresó al Congreso un primer proyecto
que creaba el SBAP, el que fue retirado en
2014 y sustituido por un nuevo proyecto
(PLSBAP). Este fue recientemente
aprobado en la Comisión de Medio
Ambiente de la Cámara, pasando a la de
Agricultura. Pese al avance, no podemos
seguir esperando.
En efecto, en 2005 la OCDE observó
las falencias del modelo de coordinación
sectorial, destacando la necesidad de
considerar que “la protección de la
naturaleza y la diversidad biológica van
más allá de la gestión sustentable de los
recursos naturales comerciables por parte
de los organismos sectoriales (…)”,
señalando que podría tener mayor éxito
una entidad especializada, dedicada a
proteger la naturaleza al amparo de una ley
al efecto. En 2016, nuevamente la OCDE
alentó al país a promulgar pronto el
PLSBAP por estar en sintonía con la
práctica internacional, dado que muchos
países cuentan con organismos similares.
Pese a lo anterior, ha costado avanzar, y los
problemas de no contar con el SBAP siguen
generando confusión e incertezas,
especialmente en el SEIA, ya que la falta de
reglas claras sobre los distintos tipos de áreas
protegidas produce un problema institucional que
debe ser superado.
Es indispensable contar con un órgano que
aúne competencias y genere criterios de
gobernanza, otorgue certezas a comunidades,
titulares y a la autoridad. Ese es precisamente el
objetivo de concentrar la gestión de áreas
protegidas en el SBAP, junto con dotarlo de una
institucionalidad adecuada y recursos
suficientes. Por ello, y ante los crecientes
desafíos que supone la lucha contra el cambio
climático, hoy más que nunca necesitamos su
creación y posterior entrada en vigencia.
DERECHO
AMBIENTAL
Necesitamos al Servicio de
Biodiversidad y Áreas Protegidas.
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