Una democracia musulmana en acción
"Vote por el AK. Escriba su propia Constitución". Con esta consigna el Partido gobernante Justicia y Desarrollo (AK) lanzará su campaña para las elecciones generales del 12 de junio. Hasta cierto punto, el resultado parece predecible. Las encuestas de opinión han indicado firmemente que los islamistas moderados que llegaron al poder en 2002 conseguirán un tercer período de gobierno unipartidario, con más del 40% de los votos.
Mucho menos predecible es si el AK puede ganar los escaños suficientes en la gran Asamblea (necesita 367 de un total de 550) para aprobar una nueva Constitución. Pero el Primer Ministro Recep Tayyip Erdogan insiste en que el nuevo documento se basará en el consenso y que le dará a Turquía una genuina democracia estilo occidental. ¿Se le puede tomar la palabra?
En sus ocho años en el poder, Erdogan ha hecho más que cualquiera de sus predecesores seculares por acercar a Turquía a su ansiada meta de ser miembro pleno de la Unión Europea.
Las reformas durante el primer período del AK en el poder convencieron a la UE de emprender negociaciones de membresía con Turquía en 2005.
Erdogan también ha resistido firmemente las amenazas de golpe de los generales del país. Él y su partido sobrevivieron apenas a un caso de clausura del partido que fue presentado por los jueces activamente seculares de Turquía en 2008. Desde entonces, ha reducido firmemente los poderes tanto del ejército como del sistema judicial. Más recientemente, en septiembre, sometió a referéndum un paquete de reforma constitucional. Alrededor del 58% aprobó las reformas, en lo que se consideró ampliamente como una prueba de la popularidad de Erdogan.
La economía de Turquía ha sobrevivido a la crisis financiera mundial relativamente ilesa. Se espera que tenga un crecimiento del 5% este año, lo que la deja sólo detrás de China e India. El desempleo ha bajado y el presupuesto empezó el año con un superávit. La violencia en el sureste, principalmente kurdo, casi se ha detenido.
Para el árabe común, las andanadas de Erdogan contra Israel por los palestinos lo han convertido en un héroe. La destacada diplomacia de Turquía, su economía exitosa y su impulso hacia nuevos mercados han logrado que sea la envidia de muchos líderes árabes. No es de extrañarse que tantos expertos hablen de un "modelo turco" como un camino a seguir para Egipto. Tampoco es ninguna sorpresa que Erdogan esté rebosante de confianza.
Sin embargo, los críticos sostienen que esa confianza del Premier...
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