La demanda por libros electrónicos crece en Chile y los lectores piden más títulos nacionales
Ingrid Olavarría ya casi no lee libros en papel. "Vivo en Puerto Williams y acá no hay librerías. Por eso pido libros prestados a la Biblioteca Pública Digital (BPdigital.cl). También descargo de algunos sitios y los leo en mi iPad o Kindle", relata.
Para Andrés Palma, en cambio, los libros digitales son la segunda mejor opción tras el papel. Aún así, se sumerge cada vez más en este mundo. "Tienen varias ventajas, como la portabilidad, ya que los puedes leer en el metro o mientras esperas una reunión, sin tener que andar con uno o más libros a cuestas. Además, se puede acceder a literatura mucho antes que llegue a Chile", dice.
Un informe de Libranda -uno de los mayores distribuidores de libros electrónicos en español- asegura que en Chile, el mercado de libros digitales en castellano creció un 3% en 2017 en relación con el año anterior. Argentina fue el país de la región que más creció, con un 24% de incremento.
Cómo leer
Para disfrutar los libros digitales se pueden utilizar dos tipos de dispositivos, los especialmente diseñados para esa función o a través de una aplicación que se instala en el celular, tableta o computador.
Los primeros son los lectores de libros electrónicos, que tienen pantalla adaptada para la lectura, con letras bien definidas, sin reflejos y buen contraste. Las marcas más conocidas son Kindle (de Amazon), Kobo y Nabuk. Los hay desde $45 mil, pero existe una serie de detalles que se deben tener en cuenta a la hora de comprar. Entre ellos, la cantidad de memoria interna, los formatos compatibles (el más popular es ePub) y si se va a usar solo de día o también durante la noche, ya que en este caso es bueno que el lector tenga luz en la pantalla.
En cuanto a la segunda opción, existen aplicaciones que se instalan en el teléfono o la tableta. Una de ellas es Kindle (el mismo nombre del aparato), que permite leer los libros en computadores y dispositivos portátiles.
función "Flip Book", que permite hojear el libro con gestos de los dedos (avanzar o retroceder), sin que eso signifique perder la última página leída. Esto porque antes el aparato asumía que ese "hojeo" era parte de la lectura. También se puede habilitar la función "Text to Speech", lo que convierte un libro escrito en un audiolibro. Finalmente, se puede conectar con la red social GoodReads, donde los usuarios comparten sus lecturas, califican libros y escriben reseñas.
Sebastián Beeche lee con su iPad mini usando la aplicación iBooks, que le permite comprar...
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