Defensa de la filosofía: vivir y morir por ella - 14 de Mayo de 2023 - El Mercurio - Noticias - VLEX 931178459

Defensa de la filosofía: vivir y morir por ella

Fue en junio de 1979: "Derrida, Deleuze, Nancy, Jankélévitch, Ricoeur, entre otros y otras filósofas y profesoras de Filosofía de liceo, hicieron un llamado a pensar en conjunto 'Los estados generales de la filosofía' en Francia, convocando a defenderla de los ataques de la reforma liberal a la educación". El guiño, claro, era a los Estados Generales convocados en 1789 que devinieron luego en la Revolución Francesa. Como ha ocurrido, y todavía ocurre, también en Chile, había que rescatar a la disciplina de los intentos de enrielarla en lógicas utilitarias, o derechamente de reducir su presencia."Se congregaron alrededor de 1.200 personas en La Sorbona interesadas no solo en su defensa, sino que también en la urgencia de la transformación de las formas, prácticas y retóricas conservadoras y elitistas y tecno-económicas de la disciplina", cuenta la filósofa chilena Carolina Ávalos Valdivia, profesora de la Universidad Austral y responsable de la traducción y del estudio introductorio de "Privilegio o del derecho a la filosofía" (UACh), libro de Jacques Derrida que reúne las reflexiones que hiciera el filósofo argelino desde aquella reunión de los Estados Generales en adelante."La filosofía que defiende Derrida es aquella que posibilita la democracia", explica Ávalos. "Una democracia por venir, aquella de las prácticas de la igualdad, que está constantemente cuestionando jerarquías, hegemonías y la autoridad".Una democracia que, al parecer, tiene mucho de filosófica, si entendemos que la filosofía, esa que cualquiera puede practicar, más allá de la academia, por el solo hecho de ser humano, es precisamente el cuestionamiento de las certezas, de lo que se da por verdadero y hasta obvio. A Sócrates, recordemos, cinco siglos antes de nuestra era, en Atenas, lo condenaron a muerte por "corromper a la juventud" y traer a "nuevos dioses", o sea, por andar preguntando lo que no se pregunta y poner en duda, pensar, los supuestos que ordenan a una sociedad y a sus autoridades; desde qué se entiende por justicia o belleza hasta el sentido de la piedad."La función de la filosofía es corromper a la juventud", dice Slavoj Zizek en "Hipocresía" (Godot), libro en el que reúne artículos políticos, en los que piensa desde las pretensiones de establecer contratos para consentir el sexo hasta el populismo y, por supuesto, el capitalismo."El mejor punto de partida para esbozar lo que trato de lograr en mi obra es Alain Badiou, quien comienza 'La verdadera vida'...

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