Declara la actividad de arreo de animales en zonas cordilleranas y a los arrieros que la desarrollan, como patrimonio cultural inmaterial de la Nación
Fecha | 12 Octubre 2018 |
Número de Iniciativa | 12169-24 |
Fecha de registro | 12 Octubre 2018 |
Etapa | Primer trámite constitucional (C.Diputados) Primer informe de comisión de Cultura, Artes y Comunicaciones |
Autor de la iniciativa | Alarcón Rojas, Florcita, Bernales Maldonado, Alejandro, Cruz-Coke Carvallo, Luciano, Labra Sepúlveda, Amaro, Mulet Martínez, Jaime, Rosas Barrientos, Patricio, Sepúlveda Orbenes, Alejandra, Velásquez Seguel, Pedro |
Materia | ARREO DE ANIMALES, PATRIMONIO INMATERIAL DE LA NACIÓN |
Tipo de proyecto | Proyecto de ley |
Cámara Legislativa de Origen | Cámara de Diputados,Moción |
Proyecto de Ley que “Declara la actividad de arreo de animales en zonas cordilleranas y a los arrieros que la desarrollan, como patrimonio cultural inmaterial de la Nación”
Boletín N° 12169-24
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Fundamentos
Considerando:
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Que Chile es un país multicultural, exponente de diversas tradiciones que atraviesan su largo territorio, cuya fisonomía le ha otorgado un rico acervo de costumbres que deben ser no sólo reconocidas, sino que además promovidas por el Estado y sus organismos.
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Que sobre el particular, desde tiempos inmemoriales, los arrieros cordilleranos de la zona centro sur de nuestro país han formado una rica cultura de tradiciones y costumbres. Su actividad consiste en el traslado de animales para la cruza y alimentación a los sectores altos de la Cordillera de Los Andes; acostumbrados a las inclemencias del tiempo en los sectores montañosos, derivados justamente del relieve que ofrece nuestro cuerpo cordillerano, los arrieros han sabido sortear los obstáculos de las cumbres, alimentándose de carne de cordero, vino y pihuelo que forman parte del día a día de estos personajes típicos de nuestro país. Mitad agricultores, mitad campesinos, sus historias suelen basarse en los compañeros que han quedado en el camino, en quienes no pudieron bajar de las montañas. Reconocen la belleza de la Cordillera de los Andes, pero manifiestan su respeto frente a su imponente condición.
Así se ha señalado que “Los arrieros eran habitantes del valle central que arrendaban y ocupaban las veranadas con sus animales entre noviembre y abril, por el buen talaje que allá había. Subían con sus arreos y enseres y permanecían durante toda la temporada en la cordillera, viviendo en “puestos” que eran especies de campamentos construidos con tablas. Cuidar animales era un trabajo pagado. Los arrieros o “veraneros” no eran los dueños: era peones. “Tenían que conocer los valles, no llevaban gente nueva. Los dueños iban de vez en cuando a darse una vuelta”, recuerda Eladio Ramírez1”
Esta tradición se puede ver refrendada en los versos de la hermosa canción “arriba en la Cordillera” de Patricio Manns que justamente describe parte de las tradiciones de los arrieros. Alguno de sus versos son ilustrativos del ir y venir de estos personajes: “Qué sabes de cordilleras, si tú naciste tan lejos, hay que conocer la piedra que corona el ventisquero, hay que recorrer callando los atajos del silencio; y...
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