Las decisiones que encara el Gobierno
En un ambiente cargado de especulación respecto de lo que parece un inminente ajuste ministerial, sería erróneo acotar los problemas del Gobierno a la situación de unas cuantas carteras. Siendo evidente la necesidad de un cambio, este debiera ser entendido dentro de un enfoque más global, que se haga cargo del complejo momento que enfrenta el país. Con un ministro del Interior que se apronta a cumplir dos meses en funciones, cabe demandar de la conducción política la adopción de decisiones en esa línea.
Como está dicho, es ciertamente real la necesidad de armonizar los equipos gubernativos. Esto pasa en primer lugar por el reemplazo de ministros (particularmente en las carteras sectoriales) cuyas gestiones arrastran deficiencias graves. Al respecto, tal como las encuestas de opinión recogen un severo juicio ciudadano sobre el desempeño de los responsables de esas áreas, dentro del propio oficialismo hay diagnósticos compartidos en igual sentido. Se agrega a ello la situación de una serie de subsecretarios de deficiente desempeño y de otros que, nombrados en virtud de equilibrios partidistas, enfrentan serios problemas en la relación con sus ministros.
La revisión de los equipos ha de considerar también la salida de aquellas autoridades que pretenden competir en las elecciones de 2017, y el cambio de jefes regionales y seremis de magra gestión.
Sería erróneo acotar los problemas del Gobierno a la situación de unas cuantas carteras.
Es básico un presupuesto que garantice los equilibrios macro, pero ello no bastará para reactivar una economía golpeada por malas decisiones internas y por un escenario internacional turbulento.
Situaciones críticasDos ministerios exigen una especial atención, por la profundidad de los problemas que hoy atraviesan.
Tal vez el caso más grave sea el de Justicia, la salida de cuya titular ha llegado a ser planteada por el vicepresidente del PS, el partido de la Jefa de Estado. Muchas de sus dificultades son el producto de deficiencias diríase estructurales que ahora han terminado haciendo crisis, al revelarse el deplorable funcionamiento del Sename y Gendarmería, y el pobre control ejercido por parte de las autoridades políticas. Urgen aquí definiciones respecto del rumbo que se quiere dar a esta cartera y la necesaria reforma de sus organismos dependientes.
En Educación, en tanto, la semana culmina con la insólita rebelión de quien, habiendo sido nombrada para implementar la ley que creó una nueva universidad...
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