Deberes de los parlamentarios - 18 de Junio de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 574778914

Deberes de los parlamentarios

A propósito de las denuncias sobre los conflictos de interés que habrían afectado a diversos parlamentarios, se ha producido un interesante debate respecto de la dedicación e independencia de juicio con la que ejercen sus importantes responsabilidades.

La ley no exige a diputados y senadores dedicación exclusiva, pero es de suponer que la intensidad de su trabajo no deja mucho tiempo para otras actividades laborales, tales como la prestación de servicios profesionales, excepto tal vez la docente o de beneficencia. El desempeño responsable de la tarea parlamentaria demanda el estudio de los proyectos de ley, la participación en su debate tanto en sala como en comisiones, la comunicación al público de su contenido y el contacto permanente con los votantes de la circunscripción o el distrito correspondiente. A cambio de ello el parlamentario recibe una elevada dieta, además de la gratificación personal que representa el servicio público bien hecho. La llamada Comisión Engel ha propuesto establecer por ley el requisito de dedicación exclusiva. Ello puede ser conveniente para asegurar lo que hoy es tan solo una necesidad derivada de las limitaciones de tiempo.

Diferente es el caso de la participación de parlamentarios en la propiedad de sociedades comerciales o activos productivos -por ejemplo, un predio agrícola-, en la medida en que ello no los involucre en su administración. Tal situación no debería distraer al legislador de sus funciones e impedirla significaría excluir del Parlamento a profesionales o empresarios cuya trayectoria laboral previa les ha permitido involucrarse en actividades productivas. Hay que evitar que el valioso intento de resguardar la probidad termine haciendo de los políticos una suerte de funcionarios de carrera, aislados de la experiencia cotidiana del resto de los ciudadanos, que saben lo que es competir para ganar su sustento, pagar impuestos y juntar ahorros.

Desde luego, el que haya parlamentarios con intereses económicos al momento de votar los proyectos de ley los expone a conflictos de interés. Aunque cabe esperar que el parlamentario anteponga el interés nacional por sobre el suyo particular, es por supuesto entendible que su opinión sobre un determinado proyecto sea condicionada por los intereses...

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