El deber moral de los partidarios de una sociedad libre - 16 de Noviembre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 544011314
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El deber moral de los partidarios de una sociedad libre

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Vincent

Un delgado hilo hace de conductor en las reformas que impulsa el actual gobierno. Todas apuntan en la misma dirección: un sello ideológico de fuerte contenido estatizante que procura reducir la participación del sector privado e incrementar sustancialmente la injerencia del aparato público.

Ya no se trata de la revolución de inspiración marxista que procura la expropiación de los medios de producción para su control estatal. El intento es más sofisticado aunque tiene alguna similitud: es el Estado el que debe tener la conducción de la nación, sin la participación real de las personas o sociedades a través de las cuales estas se expresan u organizan. La regla básica es que las actividades centrales las dirigen y desarrollan los órganos del Estado y, excepcionalmente, los particulares, cuando la ley así lo permite.

Cuando el presidente del PPD señaló que no era una aplanadora lo que venía con la Nueva Mayoría sino que una retroexcavadora para remover los cimientos del modelo social imperante, causó escozor. Pero más allá de la emocionalidad de las reacciones, el mensaje no era una mera "cuña de prensa" sino que una acertada formulación de lo que significaba el sentido del programa de gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. Ya no estamos frente al gobierno de inspiración socialdemócrata que lideró antes Bachelet, como en forma previa lo habían hecho Aylwin, Frei y Lagos, sino ante uno que reniega de ese pasado y que intenta instalar en Chile un modelo neosocialista donde la preeminencia de lo público es su núcleo central, y su objetivo específico, el igualitarismo social.

Estimulados por las movilizaciones de 2011 y ante el evidente desgaste de la Concertación en 2013, unieron fuerzas de un variado origen en torno a la Nueva Mayoría, que incluía al Partido Comunista y otras de izquierda, bajo la sombra de Michelle Bachelet y de su programa de gobierno. Inadvertidamente, parecía algo más de lo mismo, pero al correr de los primeros meses de la nueva administración, ha quedado en evidencia que estamos frente a un proyecto político de otra naturaleza. Es la nueva izquierda que avanza sin contención, a pesar de las críticas internas y de los resultados adversos en los sondeos de opinión pública.

Los hitos del cambio fundacional

El inicio del nuevo gobierno quedó marcado con el anuncio de tres grandes reformas que marcaban los ejes de su programa.

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