¿Debacle del PRI? - 13 de Junio de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 642281773

¿Debacle del PRI?

Desde que en 2012 recuperó la Presidencia, el PRI parecía encaminado a mantener su primacía. En 2013 confirmó una decena de gobernaciones, en 2015 retuvo su mayoría parlamentaria y arrasó en los gobiernos estaduales. Con eso, el partido, alejado 12 años de la presidencia, pero que no perdió influencia en los estamentos intermedios y mantuvo el control de una "cultura política" e institucional, creía tener firme a los mexicanos bajo su égida.

La extendida corrupción, la violencia y la impunidad, el débil desempeño económico y hasta la fuga del "Chapo" Guzmán jugaron en contra del PRI y de Peña Nieto, quien tiene la popularidad más baja de un Presidente desde 1995, 30%, una caída espectacular desde el 61% que tenía al asumir.

Si el PRI sufrió el castigo de los electores, no es la única colectividad desprestigiada. El PAN en estos comicios se recuperó de la derrota de 2012, es cierto, pero ganó aliado con la izquierda e independientes y debe mostrar que podrá triunfar en 2018. Difícil que lo haga si encumbra como candidata a una ex Primera Dama; sería una señal de nepotismo y falta de renovación. En la izquierda, el viejo líder Manuel Andrés López Obrador intentará, con un nuevo partido, ganar la Presidencia.

En este escenario, es lamentable, pero no extraño, que muchas de las reformas planteadas por el PRI y recogidas en el transversal "Pacto por México" no se realizaran. La crucial ley en contra de la corrupción duerme todavía en el Congreso, y, aunque se aprobara, nadie sabe si efectivamente se aplicará a todos por igual.

Con todo, se ha avanzado en importantes reformas como la educativa, la de la petrolera estatal, la de telecomunicaciones y la nueva justicia penal, que entra en vigor este mes. Esta última demostraría que el gobierno responde a una de las demandas prioritarias: terminar con la inseguridad y la violencia del crimen organizado.

Movilizaciones sectoriales no cuentan con apoyo masivoFrente a la decisión de los poderosos sindicatos de profesores de México de seguir la huelga indefinida y mantener bloqueos en la capital y otras urbes, la ciudadanía se mantiene indiferente y poco participativa. Las movilizaciones sociales son frecuentes y cuentan con relativo beneplácito de la opinión pública, pero eso no significa que apoyen las reivindicaciones de los manifestantes, aun cuando muchas veces las consideren legítimas.

No es el caso de los maestros. Las protestas en contra de la reforma educativa que lanzó el gobierno de Peña...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR