Datos que justifican cambios laborales - 18 de Abril de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 566035610

Datos que justifican cambios laborales

Existe evidencia de que el mercado laboral chileno requiere una modernización profunda. La baja productividad del empleo (estamos entre los tres países con las horas de trabajo menos productivas de la OCDE), las brechas salariales entre géneros, que pueden superar el 30%; la baja participación laboral de las mujeres (48% , muy por debajo del 72% de los hombres), el 22% de jóvenes entre 18 y 24 años que no estudian ni trabajan (la cifra se encumbra al 39% si se calcula en el primer quintil de ingresos), el 12% de los trabajadores que reportan no tener un contrato de trabajo, el 29,5% de los hogares que reportan carencias en el ámbito de seguridad social en el trabajo (factor determinante de la alta pobreza multidimensional del país), una tasa de desempleo juvenil de 24,2% (INE), la ausencia de un sistema de capacitación que entregue en forma continua las habilidades demandadas, entre otras cosas, ilustran el lastre que está significando nuestro atrasado mercado laboral.

Y, sin embargo, no son estos los focos de atención prioritaria de la reforma laboral de la actual administración. Por el contrario, esa iniciativa tiene varios aspectos que significarán un retroceso adicional.

Pero ¿cuáles hay que hacer?Uno de esos elementos es el de la adaptabilidad pactada. En principio, la iniciativa permitiría a grupos que requieren flexibilidad, jóvenes y mujeres, ganarla a partir de la negociación de horarios y jornadas de trabajo. Sin embargo, tal como lo han planteado diversos expertos, la titularidad sindical, columna vertebral de la reforma que entrega el monopolio de la negociación colectiva a los sindicatos, pone trabas a la concreción de dicho objetivo: el sindicato, en los hechos, podría bloquear las demandas de grupos diversos por intereses distintos.

Pero esto no parece percibirse como un problema por la autoridad, ya que entre sus objetivos declarados está aumentar la sindicalización. De ahí la expropiación de los derechos de negociar por parte de los trabajadores no sindicalizados, algo incomprensible en una economía moderna. Incluso, grupos no sindicalizados que busquen negociar podrían ser acusados de promover prácticas antisindicales, para las cuales el proyecto de ley endurece fuertemente las sanciones. A eso es necesario sumar las restricciones para extender los beneficios de la negociación colectiva a otros trabajadores no afiliados al sindicato.

Lo sorprendente es que de acuerdo con la OCDE, Chile cuenta con una tasa de...

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