Daniela Catrileo 'Escribo, pero con las historias que me cuentan mi papá, mis abuelos, mis tías' - 6 de Marzo de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 861777707

Daniela Catrileo 'Escribo, pero con las historias que me cuentan mi papá, mis abuelos, mis tías'

Tuvimos una profesora de historia reemplazante. Al pasar la lista, se detenía en cada apellido mapuche. El mío era el primero: Calfuqueo. Luego nos llamó uno a uno, diez estudiantes en total. Todos vivíamos en los blocks o las casas pareadas de las poblaciones vecinas. Nos preguntó si conocíamos el significado o la procedencia de nuestros apellidos. Nosotras respondimos con timidez, negando con la cabeza. Pensábamos que nos iban a retar. Sin embargo, la profe sacó de su cartera una especie de librito fotocopiado. Al parecer era un diccionario o algo similar. Se puso a buscar en él y nos dijo de dónde venían nuestros nombres. Dijo: "Manque significa cóndor y Calfuqueo significa pedernal azul". Aunque nunca explicó lo que era un pedernal.Ese día aprendimos que éramos mapuche para los ojos de los otros. Antes de ese día éramos sólo niñas y niños.El texto es un extracto de su libro Piñen . A pesar de que es ficción, el entorno y la escenografía, dice Daniela, están basados en su infancia.Daniela Catrileo tiene 33 años, estudió filosofía en el ex-Pedagógico y hoy cursa un magíster en estética en la UC. En paralelo a sus estudios, ha desarrollado una carrera como escritora y ha publicado varios libros, en su mayoría de poemas, como Río Herido o Guerra Florida , este último escrito en castellano y mapudungún. Su ascendencia mapuche es un tema que atraviesa sus textos. Y que en su último libro, Piñen , publicado en 2019, le valió un importante reconocimiento: entre dos mil obras postuladas, fue la ganadora de los Premios Literarios 2020, en la categoría cuento.Daniela Catrileo creció en un sector de viviendas sociales en San Bernardo. Cuenta que su familia por el lado paterno migró a la capital desde una comunidad mapuche en Nueva Imperial, en La Araucanía, en búsqueda de estabilidad laboral. Su abuelo dejó el trabajo de las tierras donde vivía y llegó en los años 70 a Santiago, a una toma de terrenos en los bordes del zanjón de la Aguada. Para subsistir vendía productos lácteos en un carrito ambulante. Más tarde llegó su padre y se construyeron una casa en un terreno. Cuando su padre se casó con su madre, accedieron finalmente a una vivienda social en San Bernardo. Allí nació y creció Daniela.A principios de los años 90, comenzó a escribir en un diario de vida que le regalaron. De a poco le fue agarrando el gusto a la escritura, hasta que a los 10 años tomó el impulso y se inscribió en un taller literario en el colegio de su barrio.-Algo encontré ahí. Para...

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