'Da lata luchar tanto para que después te desechen' - 10 de Septiembre de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 910221200

'Da lata luchar tanto para que después te desechen'

-Apenas salimos de la Convención, el 4 de julio, les di las gracias y me salí de la Coordinadora Plurinacional, y me salvé de estar en la tontera de la bandera en Valparaíso (se refiere a la performance de "Las indetectables").... Mi marido me dijo "menos mal que te saliste". No sé, yo siento de guata algunas cosas que debo hacer o que no debo hacer.Giovanna Grandón, exconvencional, conocida como la Tía Pikachu, habla unos días después del plebiscito de salida y reflexiona sobre por qué perdió el Apruebo del nuevo proyecto constitucional.-Son cosas que le hicieron mal a todo el proceso. Hay que hacer el mea culpa . Mi mea culpa fue ponerme el traje (corpóreo de Pikachu) en mi hora de colación, porque después lo ocuparon para la campaña del Rechazo... La gente no indaga más, se queda con la primera impresión, y bueno... Aparte de eso, por mi lado, di todo lo que pude.Giovanna Grandón, 47 años, abre la reja de su casa en el sector de Lo Hermida, en Peñalolén. Es fácil deducir que ella vive ahí. En la vereda de enfrente está estacionado un furgón escolar amarillo, que en el capó tiene plasmada la cara de Pikachu, un ratón amarillo de animé, que le dio el sobrenombre de Tía Pikachu después de hacerse conocida bailando en las marchas con un corpóreo del personaje, tras el estallido de 2019.Son las nueve de la mañana del martes 6 de septiembre, han pasado dos días desde el plebiscito y mientras Giovanna cierra la reja de su casa, cuenta que viene llegando de hacer el recorrido en el furgón, recogiendo niños del barrio para llevarlos temprano a un colegio que queda a pocas cuadras de ahí. Hace 10 años que trabaja como transportista escolar. Sin embargo, su labor llevaba un tiempo en pausa. Primero fue por el cierre de los colegios en la pandemia. Fue más de un año sin ingresos, en los que junto a su marido -quien también es transportista escolar- hicieron lo posible para subsistir junto a sus cuatro hijos. Vendieron miel, ajo chilote, huevos, queso y pidieron varios créditos.Después fue por su trabajo como convencional. Dice que el sueldo la ayudó a pagar algo de lo que debían. Sin embargo, a mitad del proceso, en marzo de este año, tuvo que comenzar a transportar niños en las mañanas para complementar. A las 8:30 ya estaba lista y luego partía al hemiciclo. Esa se había transformado en su rutina. Hasta que el pasado 4 de julio terminó la Convención. Esos primeros días, reconoce, después de hacer su recorrido matutino en el furgón y regresar a su...

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