Las curiosas historias detrás de las mascotas del fútbol chileno - 17 de Diciembre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 699125725

Las curiosas historias detrás de las mascotas del fútbol chileno

El hombre del traje se llama Orlando Ayala Piñeira, maneja un radiotaxi y para hacerse la nueva indumentaria debió juntar plata durante varios años, hasta reunir los 180 mil pesos que le costó la adquisición.

El "Zorro" viaja con su familia a casi todas las canchas de la Primera B. La primera vez que llegó a Calama fue para la inauguración del estadio y causó furor.

Pero problemas no faltan, especialmente por las restricciones de seguridad. En Chillán, Carabineros no lo dejó entrar al Nelson Oyarzún, pese a los ruegos que hizo él y también muchos niños hinchas del club que le pedían clemencia a la policía. "Traté de que entendieran que es un elemento de diversión y no de violencia, pero no hubo caso. Me dio mucha pena, porque este plan Estadio Seguro no entiende que el espectáculo familiar también debe considerar que una mascota lleva felicidad a la gente y yo al menos no ando provocando", confirma.

El "Caballero cruzado": "Soy un héroe anónimo"Tiene 43 años, trabaja en un frigorífico de Rancagua y vive en San Francisco de Mostazal, pero los fines de semana se pone una máscara plateada, una toga, y parte a ver a su gran amor, Universidad Católica.

Si bien no es una mascota, todos los hinchas quieren tomarse fotos con él, por lo que representa. Se convirtió en ícono del club y tiene ritos que muchos admiran. Por ejemplo, media hora antes de cada encuentro, él se pone en posición firme, y no se mueve hasta que el equipo sale a la cancha.

En los controles policiales pide que por favor no le quiten la máscara, porque podría perder la magia del personaje, que se supone que nadie conoce y que él pretende que siga así. "Sería terrible para los niños que pierdan la fantasía de un héroe anónimo como soy yo", narra.

"León" Macaya: "Me echaba arena en el traje"Osvaldo Macaya es el ayudante de utilería de Deportes Copiapó, pero durante muchos años fue la mascota oficial del club. "Partí en la antigua Tercera División, hoy Segunda Profesional. Había una cabeza de león que había mandado a hacer un dirigente, Ítalo González, y yo me atreví a representar el personaje, porque he sido copiapino toda la vida y porque amo a mi club", explica.

Desde que añadió la vestimenta a su vida, Macaya dice que cambió todo: "Me sentía importante y la gente me apoyaba mucho. Hice feliz a muchas personas, especialmente niños, pero desgraciadamente todo terminó para mí el 2007, cuando el señor Harold Mayne-Nicholls y otras autoridades de la época me obligaron a no entrar más...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR