Cuestión de plata - 24 de Enero de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 592257298

Cuestión de plata

Quizás la del ratón con rugido de león.

Un engendro, un animal de cuento y un país de fábula.

Un país que hinchó sus fantasías y apetitos después de la Copa América.

Multiplicar la plata con el frenesí, cuando nadie es fijado y la vista es gorda. En esos momentos no hay contraloría ni auditoría ni oposición ni crítica. Después de la copa vino la erupción de lava y plata, y se abrieron los billeteras y bolsillos. Unos miraron para el lado, otros se hicieron los lesos, el resto se fijó en el techo.

Aprovechar la euforia y pedir con franca codicia.

Es el pedigüeño que encuentra la virgen en un trapito y se vuelve loco.

Es el menesteroso con el boleto de lotería ganador que le tiembla en el bolsillo.

Es el que no se sacia con nada.

Es la cría en el nido, cuerpo saltón, plumas húmedas y pico abierto.

Entonces se habla tan alegremente de lo que más cuesta ganar: la plata.

En el mercado del fútbol, los números son incomparables con lo que gana el resto de los mortales. Y eso es lógico y normal, se dice.

¿Pero cuánto es eso, exactamente, si es posible saberlo? Hablando del caso chileno, naturalmente, y de los grandes números en la crisis Sampaoli, versus la ANFP.

Cuando las cantidades son tan altas y abundantes, la precisión es lo de menos.

Más de 6 millones de dólares.

Casi tres millones de lo mismo.

10 y algo de esa moneda.

Ese más, ese casi y ese algo son la precisión y el vuelto.

Y la precisión y el vuelto, entre paréntesis, es lo que una persona trabajadora gana en un año o en dos, según sus estudios y aptitudes. O bien en tres, en un lustro o durante una década. Y hay muchos que si suman lo de toda su vida, igual no...

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