Cierre de cuentas por servicios, el trámite olvidado en los cambios de casa que puede acarrear desagradables deudas
"Me fui de la casa y dejé todo ahí. No me llevé ninguna de las instalaciones, ni la antena, ni la alarma y tampoco los equipos de la banda ancha. Nadie me avisó nada, y al tiempo estaba en Dicom por las deudas", cuenta Pablo, quien arrendaba un departamento en Maipú y se fue a vivir a Santiago Centro.
Él pensó que el nuevo arrendatario o el propietario se haría cargo de estas cuentas, porque eran artículos de la casa. Pero no es así. Cuando se trata de servicios como televisión por cable, satelital, banda ancha, e incluso alarmas, el responsable del pago es quien los contrató, y lo es hasta que corte el servicio, pese a que sea otro el que lo use.
"En el caso de los servicios que no son básicos -como alarma, TV cable e internet-, es el cliente quien los contrata, y la deuda, por lo tanto, deberá recaer en él, no en la propiedad y de acuerdo a los mecanismos que establezca el contrato", explican en el Sernac.
"Para todos los efectos, siempre el responsable del pago de la cuenta es el que solicita el servicio inicialmente", explica Alfonso Videla, gerente de sucursales Santiago de Telefónica Chile.
En VTR reconocen que hay casos en que los clientes se van del domicilio y dejan los servicios a cargo del que viene y se acumulan deudas, pero "en general, los clientes entienden que son ellos los responsables, porque en el proceso de contratación les pedimos sus antecedentes y les entregamos un contrato", explica Enrique Peralta, gerente de clientes de VTR.
Pese a esto, el tema es más común que lo que se imagina. Luis Felipe García se cambió de casa en marzo, antes de que se cumpliera el primer año de contrato con Security Sat.
En la compañía le dijeron que el nuevo arrendatario podría quedarse con el servicio y se podría hacer un traspaso. Él se fue de la casa confiado en que la empresa haría las gestiones, pero no fue así. El nuevo inquilino dijo que no quería el servicio, y Luis Felipe tuvo que pagar durante meses por algo que no recibió, pero que él contrató.
Poner fin al servicio
"El día 29 de marzo de 2010 envié una carta de renuncia a ADT, informando mi decisión de terminar con mi contrato debido al cambio de domicilio. Seis meses después seguían llegando las cuentas de una propiedad que vendí", reclamó Jaime Salas.
Finalmente, la compañía reconoció un error de sistema y cerró la cuenta sin deuda pendiente.
Pero ojo, porque el contrato que se firma en ADT es por 36 meses, y si lo termina antes, deberá pagar el 90% de los meses que quedan...
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