Cuentas fiscales - 6 de Agosto de 2011 - El Mercurio - Noticias - VLEX 310612438

Cuentas fiscales

Pero, en realidad, el Gobierno ha sido muy cuidadoso con los recursos públicos y ha elevado, en general, los estándares para su desembolso. De hecho, en el primer semestre los gastos cayeron en 0,8 por ciento respecto de igual período anterior. Explica en parte esta situación la subejecución presupuestaria propia de la primera parte del año; en el segundo semestre se acelerará el gasto. Con todo, habrá un aumento prudente de éste y un superávit fiscal superior al uno por ciento del PIB. Se continuará así reduciendo el déficit fiscal estructural, que en el último año del gobierno anterior alcanzó una cifra negativa (-3,1 por ciento), según la revisión hecha por un comité de expertos convocado para estos efectos.

A este buen desempeño de las finanzas públicas han ayudado los importantes ahorros realizados en una serie de programas ineficaces en diversas reparticiones públicas, como Corfo o Indap. Se liberan así recursos que pueden ser usados en iniciativas más valiosas, restándole presión al gasto público. Además, un crecimiento vigoroso agrega todos los años recursos significativos a las arcas del Estado. Las dudas sobre la marcha de las cuentas fiscales parecen olvidar estos factores. Por cierto, una buena situación fiscal puede desmoronarse en poco tiempo, pero los datos objetivos no muestran que eso esté ocurriendo. En todo caso, convendrá que el ministro de Hacienda y la directora de Presupuestos comuniquen con más energía las cifras de ingresos y gastos públicos.

Expectativas y cuadro político

El comportamiento de la economía chilena sigue siendo auspicioso. Es indudable que los números de los últimos meses difícilmente se repetirán en el futuro, porque las autoridades fiscales y monetarias han ido retirando los estímulos introducidos durante el período de crisis. Aun así, el crecimiento debería ser significativo en 2012, y si se logra avanzar en reformas pro competencia, la economía podría prolongar su buen desempeño más allá de ese año. Con todo, las expectativas de los chilenos respecto de la economía, como lo muestra la última encuesta CEP, entre otras mediciones, son muy negativas. En parte, eso obedece al adverso escenario político que se observa en el último tiempo. La baja popularidad presidencial y, en general, del mundo político, sugiere que la población no tiene mayores expectativas respecto de la capacidad de sus actuales representantes para producir las reformas que el país necesita.

Por cierto, tal percepción puede...

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