Cuatro mujeres líderes del mundo económico cuentan sus historias y desvelos para compatibilizar sus carreras con la maternidad
Desde que tiene uso de razón, la economista Paulina Yazigi vivió rodeada del cariño. Fue el "concho" de sus padres -los dos médicos-, y la regalona de sus dos hermanas mayores y también de sus abuelos."Mi mamá es microbióloga. Siempre trabajó, pero supo estar muy presente. Es una mujer muy inteligente y querendona, que hizo sacrificios para que mi papá y sus hijas estuviéramos bien y muy protegidas", detalla.Yazigi confiesa que la maternidad no le quitaba el sueño y que lo suyo era el trabajo y su desarrollo profesional. Estudió Ingeniería Comercial en la Universidad Católica, se desempeñó como economista durante tres años en el BBVA, se casó y partió a vivir a Nueva York. Ahí trabajó en Compass Group y en el BBVA; y cuando cumplió 30 años se convirtió en madre de Sofía (13 años)."Obviamente en algún minuto quería ser mamá y todos me preguntaban por qué no tenía hijos, pero nunca dimensioné lo que era realmente, hasta que nació mi hija. Fue el mejor regalo de mi vida y me la cambió por completo", reconoce la también consejera del Comité Financiero de los Fondos Soberanos y directora de la Bolsa Electrónica. Además, Yazigi se desempeña como gerente de inversiones del family office Nogaleda, es directora de Redbanc y de la Fundación Niños Primero, entre otras actividades.Asegura que ser madre modificó sus prioridades y la hizo más empática. "Por primera vez tuve que cuidar de alguien y se me fue la vida en eso, fue muy intenso y gocé cada minuto de su infancia", destaca.Tras siete años en Estados Unidos, volvió a Chile y se unió a las filas de IM Trust -que al poco tiempo fue adquirida por Credicorp Capital-, como gerente de inversiones. En 2011 tuvo a su segundo hijo, Benjamín, y el 2014 nació Julián; y entre la excesiva carga de trabajo y su familia no tuvo más alternativa que alzar la voz y abogar por mayor flexibilidad laboral."Un día escuché a mi hija jugar con sus muñecas y una le decía a la otra "no puedo porque tengo mucho trabajo". Esa imagen me rompió el corazón y dije basta. Hablé con mis jefes y les plantee: "Si quieren que siga con ustedes necesito estar más presente con mis hijos, y me lo aceptaron", cuenta Yazigi.A su juicio, la clave para poder ser madre y desarrollar su carrera profesional es ser muy ordenada. "Soy enferma de organizada y una convencida de que no es necesario postergar a los hijos para crecer laboralmente. Yo me dedico a mis niños, trabajo y estoy involucrada en muchas cosas; y también me hago mi espacio. Se...
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