¿Cuánta descarga de inmundicia resiste un país? - 21 de Mayo de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 679531777

¿Cuánta descarga de inmundicia resiste un país?

En este año de elecciones, casi no escuchamos ya de los políticos planteamientos sobre cómo piensan superar el estancamiento económico, la mediocridad en la gestión pública o la polarización en que estamos empantanados. En lugar de anunciar cómo afrontarían estos asuntos, algunos presidenciables se especializan en denostar a los adversarios y eludir los desafíos nacionales, contribuyendo aun más al desprestigio de la política y a la polarización de la ciudadanía.

La voz cantante en el emponzoñamiento del clima la llevan figuras de partidos y parlamentarios, es decir, personas que viven, y muy bien, de los contribuyentes. Día a día, invariablemente, entrevista tras entrevista, algunos van dosificando su veneno contra rivales a los que consideran enemigos, sin darse cuenta de que la inmundicia que reparten cae al final sobre la política y ellos mismos. Presenciamos en el país una campaña sucia inédita, cuyos límites aún no vemos, una campaña dotada hasta de tonton macoutes verbales, lo que no presagia nada bueno.

Urge que la clase política recapacite y ponga paños fríos a los arrebatos y al deplorable espectáculo que está brindando. No puede seguir el "todo vale". Los políticos deben saber que cargan con una pesada historia, de la que no pueden desentenderse: fue la ineptitud de nuestra clase política para brindar un cauce regular a sus profundas diferencias, la que arrastró al país al 11 de septiembre de 1973. Enfrentada a un desprestigio sin parangón y a una etapa álgida, esa clase debe demostrar que aprendió de los errores y dolores de Chile, y no olvidar que sirve de modelo a la forma en que la sociedad debate políticamente.

Es entre los políticos donde surgió este clima que ha terminado contagiando a muchos. Son ellos los responsables iniciales y los llamados en primera instancia a contribuir con el ejemplo a elevar el tenor de los debates. No es casual el odio y las descalificaciones que nutren la discusión (si se la puede llamar así) sobre política chilena en las redes sociales. Desde el anonimato son usuales descalificaciones extremas. En este clima encabritado tampoco es casual que surjan agresiones a presidenciables, como ocurrió a Felipe Kast, quien fue atacado por delincuentes. Es probable que estas acciones aumenten...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR