Entre cuadernos y reciclaje, ¿cómo son las civilizadas protestas en Hong Kong?
Aunque parezca extraño, los estudiantes que lideran las protestas, se toman pausas para hacer sus tareas y no es raro verlos sentados con cuadernos en medio de las movilizaciones. Los participantes de la llamada "revolución de los paraguas", que demandan el voto universal y libre, tampoco pisan el pasto y son ordenados a la hora de caminar. Hasta cuelgan carteles pidiendo permiso si cierran alguna calle.
En ocasiones, incluso, cuando la temperatura se ha vuelto sofocante, los jóvenes reparten desodorante entre los asistentes para poder escapar de la transpiración y los malos olores. A diferencia de lo que pasa en otras avenidas del mundo después de una marcha, tras el paso de las protestas en Hong Kong, los manifestantes recogen la basura y luego la separan entre orgánica y plástica.
"Parece una película de ciencia ficción", comenta a "El Mercurio" un ejecutivo chileno que vive en Hong Kong, y quien pide mantener el anonimato. Asegura que la experiencia es muy diferente a la de Chile, donde gustaría ver este nivel de civilización a la hora de salir a protestar. Pero "habrá que ver qué pasa cuando la gente vuelva a trabajar", agrega. Unos 3.000 empleados del gobierno retornarán hoy a sus oficinas, luego de un feriado de dos días.
Sin embargo, más allá de lo pacífico del movimiento, los estudiantes siguen enfrentados con el gobierno de Hong Kong. Minutos antes de que se cumpliera el plazo establecido por los estudiantes para que el jefe del Ejecutivo local, Leung Chun-ying, renunciara a su cargo, este dio una conferencia.
Leung, que dirige ese territorio hace dos años, aseguró que no dimitirá y anunció una iniciativa de diálogo con los manifestantes. "Continuaré con el trabajo de reformas y ayudando a la población de Hong Kong a lograr el sufragio universal", señaló.
Pero su oferta generó dudas. La reunión -que podría tener lugar a partir del sábado- no será directamente con él, sino con su "número dos", Carrie Lam, y en ella no se podrá tocar la reforma electoral que propuso Beijing para el territorio autónomo, el origen de las protestas.
Los manifestantes rechazan que en las elecciones de 2017 las autoridades chinas mantengan el control sobre la nominación de los candidatos a escoger para jefe del gobierno local, una decisión tomada por el gobierno de Xi Jinping en agosto pasado.
Leung movió poco su posición, pero la movió, y esto le sirve para "comprar tiempo" ante la amenaza de los estudiantes de ampliar la protesta y ocupar edificios...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba