La cruzada de un arquitecto chileno por reconstruir una devastada ciudad ucraniana - 15 de Agosto de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 908707120

La cruzada de un arquitecto chileno por reconstruir una devastada ciudad ucraniana

Más de cinco meses han pasado desde que se inició la invasión de Rusia a Ucrania, a fines de febrero, que ha cobrado miles de vidas de civiles y militares. Y aunque la guerra aún no termina, los planes de reconstrucción ya se están ideando.De hecho, en un esfuerzo por iniciar la recuperación, autoridades de la ciudad de Irpin, que está a 21 kilómetros de la capital Kiev y que tenía cerca de 70 mil habitantes antes del conflicto, trabajan de la mano con un arquitecto chileno, que hoy enfrenta la difícil labor de trazar cuatro proyectos urbanos."Me tocó hacer un par de consultorías a la Cepal, y todos esos trabajos quedan dentro de una bolsa de consultores, que es el UN Global Marketplace, y siempre están llegando invitaciones para licitar estudios y análisis en ciudades que están muy complicadas, como Cisjordania o Alepo. Si se daba la oportunidad de viajar a la zona, o si tenía que hacerlo como parte de la consultoría, siempre había dicho que no", reconoce Cristián Wittig Grell (50), arquitecto de la U. Católica."Pero pasa lo del 6 de marzo, cuando las tropas rusas invaden Irpin, que es una de las ciudades que son puntos de resistencia para detener el avance del ejército ruso, y que no tomaran la capital y no cayera el gobierno. Resultó absolutamente destruida. Ese día fue la matanza de Irpin y Bucha, que fue tremenda: mataron a 279 personas en esa mañana. Cuando salieron esas imágenes quedé profundamente impactado", confiesa.Cuenta que a los pocos días, una concejala de Bucha (parte de Irpin), Iryna Yarmolenko, lo contactó para invitarlo a formar parte de un equipo de consultores internacionales, proyectando la pronta desocupación de las tropas rusas del territorio y el crudo invierno que se aproximaba. Wittig aceptó y comenzaron las reuniones de trabajo online , "con profesionales de todas partes del mundo".Más adelante, lo invitaron a conocer Irpin. "La Fundación La Fuente me apoyó, al igual que el equipo de pastoral del colegio Sagrados Corazones de Manquehue, y un par de personas particulares", señala.Fueron aproximadamente 42 horas de viaje, que se iniciaron con el despegue desde Santiago (Chile) hasta Madrid (España). La travesía continuó en otro avión en Berlín (Alemania), cuyo destino era Varsovia (Polonia). Desde ahí, tomó un tren a Kiev."Era como de otra época, de la era soviética", dice Wittig, y acota que incluso "le hacían cambio de trochas durante tres horas y media, en la noche; levantaban los vagones con la gente...

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