Crisis superada, interrogante abierta - 3 de Enero de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 590964158

Crisis superada, interrogante abierta

Algunas señales relevantes entregó el desenlace de la última crisis política de 2015, suscitada por el viaje de la Presidenta a La Araucanía excluyendo a su ministro del Interior, Jorge Burgos. La Mandataria rechazó la renuncia que le presentó el ministro en una esperada reunión entre ambos, y, en un gesto de vigorosa renovación de confianza, le encargó asumir la vocería del encuentro. Burgos no se limitó a dar por superada la situación, sino que afirmó que lo sucedido no debe volver a repetirse, con lo que el Gobierno como tal parece admitir el despropósito que supuso la forma en que se materializó la visita a la IX Región.

Pero si el episodio logró así una resolución positiva, queda abierta la interrogante respecto de si marcará un punto de inflexión que corrija las causas que lo provocaron. Y es que en el origen de la crisis confluyeron factores que a estas alturas parecen ya identificativos del estilo gubernamental, cuya persistencia explica buena parte de los problemas vividos por la administración a lo largo del año recién concluido.

En el origen de la crisis por el viaje a La Araucanía confluyeron factores que a estas alturas parecen ya identificativos del estilo gubernamental.

Tres rasgos definitoriosPara una figura como Burgos, que trajo estabilidad en momentos complejos, que carece de una agenda personal -pese a que en la DC es visto como una opción presidencial- y que ha buscado introducir eficacia en la gestión, no debiera ser difícil establecer una relación fluida con quien encabeza el Ejecutivo. Así, los públicos desencuentros de estos meses parecen tener una explicación más profunda que la de las afinidades individuales: la pertenencia del ministro del Interior a un cierto establishment concertacionista, que en el entorno presidencial es visto con desconfianza. Porque aunque es cabeza de una coalición, es evidente la distancia de la Mandataria con los partidos que la integran y su renuencia a aparecer "pauteada" por ellos. Una actitud de defensa de las prerrogativas presidenciales es sin duda positiva; el problema surge cuando se exacerba más allá de las formas institucionales e incluso los ministros del gabinete empiezan a aparecer como ajenos y postergados frente a ciertos círculos de "cercanos". Entonces, se pone en riesgo el buen funcionamiento del Estado y los cauces que este ofrece para el ejercicio del mando político. Eso es lo que ocurre cuando la Mandataria opta por viajar a una zona cuyo problema central es el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR