Crisis económica lleva a Puerto Rico a la cesación de pagos por primera vez en su historia
Ahogado en 72 mil millones de dólares en deudas, Puerto Rico se quedó sin fondos y se declaró en cesación de pagos por primera vez en su historia. Pero fue un default parcial por 58 millones de dólares en bonos soberanos, una decisión que presiona a los acreedores para renegociar, aunque le cierra a la isla las puertas al mercado de financiamiento en medio de una severa falta de liquidez.
La cesación de pagos es la coronación de una crisis que viene desarrollándose desde 2006, cuando las finanzas de la isla se vieron severamente golpeadas por el fin de un sistema de exoneración fiscal para las empresas, lo que provocó una caída de la actividad económica. Los sucesivos gobiernos emitieron deuda para cubrir el creciente déficit.
Ahora, la primera suspensión de pagos a los acreedores puede ser el preámbulo de un incumplimiento a gran escala que conduzca a una de las mayores reestructuraciones de la deuda pública en un territorio de EE.UU., país del cual Puerto Rico es un estado libre asociado.
Deuda "impagable"
El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, ya advirtió que el total de la deuda es "impagable" y que buscará, el 1 de septiembre, una moratoria total. De la deuda de 58 millones que venció el 1 de agosto, las arcas fiscales apenas alcanzaron para cubrir una parte del interés, unos 628 mil dólares.
La decisión impacta principalmente a acreedores puertorriqueños, en particular a cooperativas de crédito y ahorro. Pero otra importante parte de esos bonos se vendió en el mercado estadounidense, a inversionistas comunes y corrientes, gente que invirtió en fondos mutuos sin revisar qué había en esos portafolios. Los fondos compraron deuda de la isla porque cuando se emitió tenían una calificación considerada apropiada para invertir y pagaban sobre el promedio.
Todo eso complica la posibilidad de financiamiento futuro para Puerto Rico, estimaron analistas consultados por France Presse.
Además, este tipo de acciones unilaterales causarán más problemas a la economía de la isla, incluyendo dolorosos ajustes fiscales como los que ha tenido que enfrentar los griegos en los últimos años.
La actual crisis golpea con dureza a la población puertorriqueña, con un desempleo en 12,4% -más del doble del 5,3% en Estados Unidos continental- y una masiva emigración que reduce la base impositiva.
Pero una de las diferencias con la crisis griega -además de que los acreedores no son grandes bancos- es que la deuda de Puerto Rico no es tan abultada...
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