Crisis del derecho de defensa en el entorno del populismo punitivo
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CRISIS DEL DERECHO DE DEFENSA EN
EL ENTORNO DEL POPULISMO PUNITIVO*
J. federico camPos calderón
“Un derecho de defensa ecaz
pertenece al Estado de Derecho
como el aire a la vida”
stePhan Barton.
I. PROLEGÓMENO: Es un honor formar parte de los invitados a publicar en
el libro homenaje a Javier Llobet, uno de los juristas más connotados en la historia
de Costa Rica y uno de los más importantes procesalistas de Latinoamérica, cuyas
contribuciones dogmáticas para el desarrollo del proceso penal han sido de suma
relevancia. Me vanaglorio de haber sido su alumno en la Maestría en Ciencias Pena-
les de la Universidad de Costa Rica (2003-04) y, posteriormente, haber compartido
como amigos en múltiples oportunidades más, lo cual me ha permitido aprender
muchísimo de un militante del garantismo penal y un jurista con auténtica vocación
como muy pocos he conocido.
Esimposiblenoadmirarla sabiduríadeJavier,ungenuino cientícodelDe-
recho en el campo de las ciencias penales, cuya sólida formación académica en Ale-
mania –donde se ilustró con varios de los máximos exponentes del derecho penal–
le ha permitido liderar la discusión de los temas penales y procesales en nuestra
latitud. Como Juez y Magistrado suplente de la Corte Suprema costarricense, tam-
bién desarrolló una muy importante labor que le ha permitido realizar las contribu-
ciones más importantes en el derecho procesal penal costarricense no solo a nivel
dogmático, sino en la práctica judicial.
A pesar de ser uno de los más reconocidos juristas latinoamericanos de la
actualidad, ya que sus obras tienen alto reconocimiento a nivel iberoamericano, Ja-
vier se caracteriza por ser una persona sencilla y afable, con quien se puede hablar
* Publicado en el libro Homenaje al Profesor Dr. Javier Llobet Rodríguez, Ciencias Pe-
nales y Derechos Humanos, Editorial Jurídica Continental, 2020.
J. Federico campos calderón / JeFFry J. mora sánchez
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ardorosa y respetuosamente de derecho penal, y de fútbol (su otra gran pasión), al
punto que se le tolera sea seguidor culé y no madridista como este servidor.
En la misma línea garantista que destaca a Javier Llobet, el presente trabajo se
referirá a un derecho de defensa observado desde un derecho penal garantista, ya que
denitivamentedichoderecho de defensa se ve asediado constantemente y se permea
muchas veces de una serie de aspectos –jurídicos y metajurídicos– que provocan
variaciones constantes en la concepción y aplicación que tienen del mismo los ope-
radores jurídicos, y el resto de los ciudadanos, lo que dependerá de sus ideologías
punitivas sean estas de una tendencia garantista o represiva.
Se hará referencia aquí al Populismo penal como uno de esos factores externos
queinuyenyprovocanalteracionesenlaconcepciónactualdelderecho de defensa,
dándose origen a una oscilación conceptual e incertidumbre continua que se mani-
estaenelprocesopenalendetrimentodeunsistemadejusticiaquemuchasveces
se utiliza como un medio para ejercer al máximo la represión penal, apartándose
asídelos nes para los cuales fue concebido acordecon un Estado de Derecho
democrático.
II. EXPLOSIÓN DEL POPULISMO “PUNITIVO”. Es el derecho penal, ínti-
mamente relacionado con los temas de (in)seguridad ciudadana e impunidad, uno
de los focos principales para hacer política electoral. No hay plan de gobierno de
cualquier partido político que aspire al poder que no incluya estos temas como tras-
cendentales dentro de sus propuestas políticas. Y aunque es normal que ello sea de
lapreocupaciónciudadana,loquenosevaleesdesgurarlarealidadobasarseen
falsas premisas para alarmar a la sociedad y, de esa manera, validar las propuestas
de soluciones que en nada vienen a contribuir con el supuesto problema, sino más
bien podrían agravarlo, solo con el propósito de ganar adeptos.
En los últimos tiempos se ha suscitado una explosión de Populismo (en ge-
neral) y en varios aspectos se ha enfocado en los temas penales y, más concreta-
mente,focalizadoencriticarlaidoneidadyecaciade losesquemasdesolución
deconictos teóricos, legalese institucionales vigentesennuestra sociedad ac-
tual para atender los problemas de criminalidad. Este Populismo penal (o punitivo)
proponede formairracionalunaredenicióndelroldel derechopenal yde las
nuevasnalidadesquedebencumplirlassancionespenalesenlasociedad,cuyas
valoraciones y propuestas atentan contra la esencia garantista y liberal de un De-
recho Penal Democrático.
En relación con el concepto de Populismo, al que nos referiremos aquí, este
no apela a la concepción original que tuvo en América Latina y que nació con los
partidos políticos de izquierda, desarrollándose en esa línea ideológica en países
como Argentina, Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador, cuyo centro de interés fue el
“pueblo” atrayéndolo a desbancar las estructuras de poder político y económico,
proponiendo una redistribución de la riqueza para favorecer a los desposeídos, lo
que provocó algunos llegaran a ocupar los cargos de Gobierno y se mantuvieran en
Derechos funDamentales y coerción penal ...
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las cúspides políticas recurriendo a un juego perverso de espejismos y falsedades
que –valiéndose de las necesidades– han comprado las voluntades de los pueblos
para asirse al poder.
A pesar de que históricamente Costa Rica ha sido, como lo llama L. Zanatta835,
una “rara excepción” porque no ha caldeado ese Populismo como en el resto de
Latinoamérica, sí ha sucedido que –en los últimos años– se traslucen movimientos
populistas a nivel político que captan la atención y se abren paso entre la población.
No obstante, existe un objeto de estudio del Populismo por parte de las ciencias
sociales más enfocado a los movimientos ideológico-políticos que le dieron origen
y,otrosignicado dePopulismo (másmoderno)que distabastante delanteriory
que se utiliza de forma más versátil para referirse a varios temas. Todos tiene en
común el interés de un conglomerado de personas no necesariamente unidas por
un motivo ideológico, sino que hay interés común independientemente de la clase
social o intelectual a la que pertenezcan.
NosreferiremosaquíaesePopulismo“moderno”, cuyaslíneasdedenición
no están claras836 porque diluyen entre distintos intereses y grupos, ya no tan clara-
mentedenidoscomode“izquierdas”ode“derechas”,sinocomogruposqueen-
cuentran variados puntos de unión hacia una causa determinada entre sus adeptos.
Uno de sus rasgos característicos más llamativos en la actualidad es precisamente
suindenición.
Este Populismo “moderno”, en palabras del autor español J.M. Lasalle, “apela
al pueblo no como sujeto, sino como víctima. Es el depositario de un derecho a la venganza,
el que reclaman los humillados y ofendidos por un sistema de castas que ha hecho de la de-
mocracia un trampantojo de sí misma. Schmitt vuelve a la política. Y con él su dialéctica
amigo-enemigo y su idea de legitimación del poder por aclamación de un líder redentor. A
este le corresponde la función mesiánica de regenerar la democracia y devolvérsela al pue-
blo manipulando su inestabilidad emocional y convirtiéndose, primero, en portavoz de sus
frustraciones y, después, en sanador de sus heridas mediante un clientelismo que desactive
el miedo y de rienda suelta al resentimiento. Ambas tareas le coneren un aire vengador, y
él las asocia al empeño de muscular permanentemente el sentimiento comunitario del pueblo
desplegando una épica de combate frente a sus enemigos (…) Bajo el populismo se vive, por
tanto, en un estado de guerra perpetua dentro de la sociedad. El objetivo es derrotar a los
835 ZANATTA, Loris. El Populismo. Katz Editores, Zaragoza, España, 2014, p. 210.
836 Como bien dice el conocido autor argentino E. Laclau sobre Populismo: “no existe
ninguna claridad respecto del contenido de tal atribución. Un rasgo característico persistente
en la literatura sobre populismo es la reticencia –o dicultad– para dar un signicado preciso
al concepto. La claridad conceptual –ni qué hablar de deniciones– está visiblemente ausente
de este campo. En la mayoría de los casos, la comprensión conceptual es reemplazada por la
invocación a una intuición verbalizada, o por enumeraciones descriptivas de una variedad de
“rasgos relevantes”, una relevancia que es socavada, en el mismo gesto que la arma, por la
referencia a una proliferación de excepciones”. LACLAU, Ernesto. La Razón Populista.
Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, Argentina, 2015, p. 15.
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