'Se está criminalizando y satanizando la actividad empresarial en Venezuela'
"Ahora los empresarios engrosarán la lista de presos políticos de este gobierno", tuiteó el jueves Jorge Roig, presidente de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras). En entrevista con "El Mercurio", el líder de la principal agrupación empresarial de ese país analiza la crisis económica por la que atraviesa Venezuela y la arremetida del gobierno.
-¿Cuál es su opinión respecto a la detención de ejecutivos y la ocupación de supermercados?
"Se está criminalizando la actividad empresarial en Venezuela, se nos juzga sin un debido proceso, se somete al escarnio público a los empresarios. Se persigue y se sataniza la actividad empresarial en todas sus dimensiones".
-¿El gobierno pasó un límite?
"Creo que la desesperación es mala consejera y estas huidas hacia adelante ante unos problemas económicos cuya magnitud todavía no se les ha revelado a los venezolanos, donde el gobierno aparentemente todavía no termina de entender la magnitud de la crisis que estamos atravesando, hacen que se cometan errores y desaciertos. Pero estamos a tiempo para rectificar.
La posición del sector empresarial siempre ha sido la del diálogo, ser parte de la solución. Ojalá podamos encontrar soluciones a problemas que en estos momentos se están resolviendo por la vía de fiscalizaciones agresivas y que se pueden aclarar con disposición al diálogo, algo que en Fedecámaras siempre hemos mostrado".
-¿Cree que el gobierno tome medidas contra usted?
"El gobierno tiene todas las herramientas para tomar las medidas, pero lo que no tienen son las razones para tomarlas. En Venezuela el Estado de Derecho es bastante precario y es evidente que con lo que pasó con los funcionarios de Farmatodo todos estamos sometidos, todos estamos en el ojo del huracán.
En este momento, ser empresario es para este gobierno una actividad prácticamente reñida con las buenas costumbres. En todos los países del mundo los empresarios son reconocidos y admirados, y en Venezuela es lo contrario, son satanizados.
Yo, como representante de los empresarios, no tengo nada que temer ni avergonzarme. He cumplido mis funciones defendiendo los principios de libertad en los que creo. Estoy con la tranquilidad que me da mi conciencia, pero evidentemente que una situación en la cual el Estado de Derecho es bastante precario no deja de preocuparnos a mí y a todos los empresarios".
-¿Los problemas de seguridad jurídica influirán negativamente en las posibilidades de...
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