Crimen, culpa y redención: Dostoievski a las tablas - 1 de Octubre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 694063093

Crimen, culpa y redención: Dostoievski a las tablas

"Agarré la novela y la tijeretié muchísimo. Decidí reducirla a lo mínimo", cuenta De la Parra, coordinador artístico del Teatro de la Universidad Finis Terrae, frente a su cómplice en la reducción de "Crimen y castigo", el director teatral Francisco Krebs. A tres años de llevar a las tablas la obra "La UP", nuevamente hacen dupla para el montaje que estrenarán este viernes 6 de octubre, "Crimen". Es una versión libre de la novela de Dostoievski, que toma mucho literal de lo escrito por el ruso, pero que también intenta cruces inesperados: tiene citas a películas de Woody Allen, frases sacadas de "El largo adiós", de Raymond Chandler y ecos de la serie de televisión de HBO, "True detective". Todas esas referencias apuntan en una dirección: volver a preguntar por la existencia de Dios.

"Nos interesaba entendernos con Dostoievski, no de tenerle más o menos respeto, o transgredirlo, pero sí actualizar su visión de la sociedad", cuenta De la Parra. Y es así que siguiendo el modelo de los interrogatorios que estructuran "True Detective", avanzaron hasta la versión final de "Crimen". En la obra, el interrogado es Raskólnikov. Interpretado por Rafael Contreras, es un joven que mata a una prestamista para robarle algo de dinero, y llevado por las circunstancias también a su hermana. Lo que sigue son sus diálogos con el juez de instrucción Porfiry Petrovich (Karim Lela) y Sonya (Paula Bravo), una prostituta. De fondo, ideas, emociones y creencias en pugna: la posibilidad de que existan hombres extraordinarios con derecho de cometer cualquier infracción, "una suerte de delincuentes" capaces de cargar con "la salvación humana", llega a plantear Raskólnikov. Luego está la culpa y la duda ante Dios.

"El discurso de Raskólnikov uno lo escucha en el engreimiento de sentirse por encima del resto. De personajes, políticos por ejemplo, que creen estar por encima del bien y el mal. Esa cosa narcisista está en Raskólnikov y en la sociedad contemporánea", dice De la Parra encontrando una conexión de Dostoievski con la actualidad. Y Krebs suma: "Hay un tema de altura moral muy extraña, que también está en mi generación. Uno lo pensaría más de gente mayor, que ya vivió lo que tenía que vivir. Pero entre jóvenes también están estos personajes que se creen poseedores de la nueva palabra". Ante eso, el dramaturgo interviene: "La sensación de ser Mesías la ves desde Corea del Norte hasta Estados Unidos. Lamentablemente, Dostoievski no pasa nunca de moda".

En escena...

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