El crédito barato ya no alcanza para estimular la economía mundial - 20 de Enero de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 591872114

El crédito barato ya no alcanza para estimular la economía mundial

La dependencia tradicional de Beijing del crédito barato para estimular la demanda había llegado a su límite. Los asesores buscaban nuevas formas de reactivar la economía, como recortes de impuestos y de tarifas que pagan las empresas para alentar la inversión y el consumo. "El viejo modelo de la economía keynesiana ya no funciona en China", dijo un alto funcionario cercano a los líderes chinos.

En su reunión de octubre, la Reserva Federal de EE.UU. también estaba planificando sus próximos pasos. Ante la mejora del mercado laboral, el banco central se preparaba para subir las tasas de interés de corto plazo, pero algo seguía preocupando a sus funcionarios. Algún shock podía causar una nueva recesión y obligar a la Fed a bajar otra vez las tasas a cero. Tendrían poco margen para proveer estímulo adicional mediante el abaratamiento del costo del dinero. Las minutas del encuentro constataron que "algunos participantes resaltaron que sería prudente contar con herramientas adicionales de política que pudieran usarse en tales situaciones".

En diferentes centros globales de poder, un tema empezó a dominar las conversaciones de fines del año pasado. El crecimiento a base de crédito barato orquestado por los bancos centrales de las principales economías del mundo se agotó. Si las autoridades quieren respaldar una expansión global en 2016 y más allá, no tendrán más remedio que proponer nuevas soluciones, incluyendo un enfoque en reformas de largo plazo.

El derrumbe de los mercados mundiales con el que comenzó el año sugiere que escasea la confianza de los inversionistas en la capacidad de los formuladores de política para abordar estos desafíos.

La tasa de interés de corto plazo promedio en las economías desarrolladas es de 0,36%, según el banco estadounidense J.P. Morgan Chase, y en el caso de varias economías europeas es negativa. Las carteras de bonos y otros activos de los bancos centrales en EE.UU., Europa y Japón están infladas. Problemas de plazos más largos aquejan a las economías industrializadas que no pueden ser resueltos por el crédito barato, como el envejecimiento de la población y un menor crecimiento de la productividad, a lo que hay que sumar una combinación de desequilibrios fiscales y discrepancias políticas que afectan la inversión a largo plazo y la reforma tributaria.

Aunque las políticas de la Fed han contribuido a una recuperación modesta de la economía estadounidense, la política fiscal no ha hecho su parte. El banco central...

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