El crecimiento en primera plana - 26 de Marzo de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 672139269

El crecimiento en primera plana

Las cifras de cuentas nacionales 2016 fueron conocidas estos días. Estas no hicieron más que confirmar que la economía solo avanzó un 1,6% durante el año, completando un trienio de relativo estancamiento. La inversión también cae por tercer año consecutivo. Publicadas estas cifras, se produjo un intercambio de opiniones entre autoridades y técnicos del sector privado. Ello hizo que, por un momento, el crecimiento estuviera en primera plana, aunque desgraciadamente no logró establecerse como prioridad.

Al leer con detención los planteamientos vertidos sobre esta materia, es destacable que, más allá de algún titular, hay opiniones ponderadas y serias en todos los participantes. Es posible discrepar con ellos, pero la argumentación es profesional, lo que no se ve con frecuencia en otras partes del continente.

El ministro de Hacienda reconoce la importancia de los incentivos en el crecimiento y deja claro que medidas de política pública han tenido incidencia en lo que hoy vivimos, aunque modera su verdadero impacto. La existencia de este nivel de discusión es lo que diferencia favorablemente a Chile. Si bien el país no está creciendo adecuadamente, mantiene una situación macroeconómica sólida e instituciones solventes.

La palabra crecimiento es un término usado con soltura por los economistas, pero, desgraciadamente, la opinión pública en general no aquilata bien sus implicancias. Lo que sí está claro es que los chilenos quieren mejorar y progresar, y ello solo lo permite el avance económico. Los deseos de mejor salud, pensiones, empleos y educación son compartidos, pero nos hemos olvidado de que ello solo lo permite el progreso, produciendo más y de forma más eficiente.

El mundo político empieza a convencerse de que puede, graciosamente, proveer los bienes que el país desea sin que simultáneamente "alguien" haga el esfuerzo de crearlos. Esa es la antesala del populismo, la demagogia y, al final, del totalitarismo. No hemos avanzado más por esa senda gracias a que existe en distintos ámbitos en el país la actitud profesional antes señalada.

Es preciso comprender, eso sí, que esa barrera de sensatez será finalmente desbordada si no aceleramos el progreso. Es una utopía pensar que lograremos contener los deseos y anhelos de avance que los chilenos expresan por todas partes y en distintas formas, y que exige progresar para poder satisfacerlos.

La evidencia es contundente. No hay casos de mejoría en las condiciones de vida, especialmente de los...

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