Crea el Sistema Nacional y la Agencia Chilena para la Inocuidad Alimentaria. - Proyectos de Ley - Iniciativas legislativas - VLEX 914501724

Crea el Sistema Nacional y la Agencia Chilena para la Inocuidad Alimentaria.

Fecha21 Enero 2010
Número de Iniciativa6828-11
Fecha de registro21 Enero 2010
EtapaTramitación terminada Retirado
MateriaALIMENTOS
Tipo de proyectoProyecto de ley
Cámara Legislativa de OrigenCámara de Diputados,Mensaje
MENSAJE DE S






MENSAJE DE S.E. LA PRESIDENTA DE LA REPUBLICA CON EL QUE CREA EL SISTEMA NACIONAL Y LA AGENCIA CHILENA PARA LA INOCUIDAD ALIMENTARIA.

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SANTIAGO, noviembre 2 de 2009









MENSAJE 1428-357/









Honorable Cámara de Diputados:

A S.E. EL

PRESIDENTE

DE LA H.

CAMARA DE

DIPUTADOS.

En uso de mis facultades constitucionales, tengo el honor de someter a vuestra consideración un proyecto de ley que crea el Sistema Nacional y la Agencia Chilena para la Inocuidad Alimentaria. I.antecedentes.
  1. Génesis de la institucionalidad propuesta.

En los primeros años del nuevo siglo, el Gobierno impulsó un proceso participativo en conjunto con los Ministerios de Salud, de Agricultura, de Economía, Fomento y Reconstrucción y de la Secretaría General de la Presidencia, a fin de analizar los estándares de desempeño de nuestro país en materia de inocuidad alimentaria. En virtud de este proceso intersectorial, se constató la necesidad de abordar de manera integral el desafío de mejorar dichos estándares de rendimiento.

Es así como el Gobierno comprendió la necesidad de perfeccionar la institucionalidad vigente a objeto de integrar y aunar los esfuerzos de los diversos organismos públicos con competencias en la materia, coordinando y dirigiendo sus acciones hacia el diseño y establecimiento de un sistema nacional de inocuidad alimentaria.

En este contexto, en el año 2005 se creó la Comisión Asesora del Presidente de la República denominada “Agencia Chilena para la Inocuidad Alimentaria”, presidida por el Subsecretario General de la Presidencia, e integrada por los Subsecretarios de Salud Pública; de Economía; de Pesca y de Agricultura; y por el Director General de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores. Dicha Comisión tenía por objeto asesorar al Presidente de la República en todo cuanto dijera relación con la identificación, formulación y ejecución de políticas, planes, programas, medidas y demás actividades relativas a la inocuidad alimentaria y con el desarrollo de un sistema nacional de inocuidad alimentaria, y servir de instancia de coordinación entre los organismos con competencias asociadas a dichas materias.

Uno de resultados del trabajo desarrollado por la Comisión, se plasmó en la formulación de la política nacional de inocuidad de los alimentos, la que planteó como objetivo central velar por la inocuidad de los alimentos producidos, elaborados y comercializados en el país con el fin de resguardar la protección de la salud de las personas y de los derechos de los consumidores, además de favorecer el desarrollo competitivo y exportador de la industria de los alimentos, a través de un moderno, integrado, eficiente y transparente sistema nacional de inocuidad de los alimentos.

La política en cuestión se estructuró sobre la base de los siguientes principios: i) derecho a la protección de la salud y a una alimentación inocua y saludable, ii) la búsqueda de un desarrollo competitivo y responsable, iii) la garantía de transparencia y participación, iv) decisiones basadas en información y evidencia científica, y v) el cumplimiento de las obligaciones en el ámbito internacional.

La Comisión Asesora, además de lo señalado, ha revisado los sistemas de inocuidad y la legislación existente en otros países sobre la materia; ha participado en discusiones nacionales e internacionales sobre el tema y ha organizado eventos de amplia participación para conocer las posibilidades de gestión en el ámbito de la inocuidad de los alimentos. Asimismo, se ha reunido sistemáticamente con un grupo de trabajo técnico e intersectorial, representativo de los Ministerios de Salud, de Agricultura (en su ámbito pecuario, agrícola y de fomento), de Economía, de la Secretaría General de la Presidencia; de la Subsecretaría de Pesca y de la Dirección de Relaciones Económicas del Ministerio de Relaciones Exteriores. Junto a lo anterior, se han constituido mesas permanentes de trabajo del sector público en los principales temas de integración sectorial, que armonizan procedimientos y normativas a fin de presentar Programas Nacionales Integrados en los principales tópicos actuales de inocuidad alimentaria para nuestro país.

Como corolario del trabajo y evolución descrita, sometemos a vuestra consideración el presente proyecto de ley por el cual se crea el Sistema Nacional y la Agencia Chilena para la Inocuidad Alimentaria.

  1. El contexto internacional: la FAO y la OMS.

De acuerdo a las publicaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la existencia de sistemas nacionales de control de los alimentos es una condición esencial para proteger la salud y la seguridad de los consumidores. A su vez, resulta fundamental para que los países puedan garantizar la inocuidad y calidad de los alimentos exportados y para garantizar que los alimentos importados se atengan a los requisitos nacionales. El nuevo entorno mundial del comercio de alimentos obliga, en consecuencia, a los países importadores y a los exportadores a reforzar sus sistemas de control de los alimentos, y a adoptar y hacer observar estrategias de control de los alimentos basadas en el análisis de riesgo.

La FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS) tienen un gran interés en promover sistemas nacionales de control de los alimentos que estén basados en principios y directrices de carácter científico, y que comprendan a todos los sectores de la cadena alimentaria. Esto exige un fuerte y decidido compromiso político por parte de todos los países.

Conforme a la FAO, los principales objetivos de los sistemas nacionales de control de los alimentos son: a) proteger la salud pública reduciendo el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos; b) proteger a los consumidores de alimentos insalubres, malsanos, indebidamente etiquetados o adulterados, y c) contribuir al desarrollo económico manteniendo la confianza de los consumidores en el sistema alimentario, estableciendo una base normativa sólida para el comercio nacional e internacional de alimentos.

  1. Los modelos comparados.

En los últimos años, la casi totalidad de los países desarrollados han realizado importantes reformas de sus sistemas regulatorios en materia de inocuidad de los alimentos. En la mayoría de ellos, dichos cambios se originaron como respuesta a crisis sanitarias de magnitud que pusieron en evidencia serias falencias en los dispositivos reguladores vigentes hasta entonces y que afectaron fuertemente la confianza de los consumidores.

Los cambios introducidos se han centrado en mejorar la eficacia de los sistemas nacionales de inocuidad sanitaria de los alimentos, privilegiando la prevención y la anticipación de la crisis antes que la reacción (muchas veces tardía frente a ellas). Los cambios también se han orientado a favorecer la coherencia y sinergias al interior del sistema (versus la tradicional fragmentación de miradas y competencias), así como la calidad y transparencia de los esquemas de regulación y fiscalización, de manera de recuperar la confianza de los consumidores.

Muchos países han optado por crear autoridades superiores especializadas en materia de protección de la inocuidad de los alimentos. Estas instituciones se distinguen porque abarcan toda la cadena productiva, desde la alimentación de los animales hasta el producto listo para ser consumido, incluyendo, por tanto, su transformación, comercialización, distribución y uso por parte del consumidor.

Algunos de los países analizados han optado por sistemas integrados, es decir, poseen un sistema basado en un planteamiento nacional integrado (Francia, Canadá, Irlanda), mientras que otros adoptaron un sistema único en que un sólo organismo es el responsable del control de los alimentos (Reino Unido, Dinamarca, Nueva Zelandia). Por su parte, EE.UU. mantiene un sistema múltiple, aunque existen claras evidencias que dicha política va a cambiar en el futuro...

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