Crea regimen de Jornada Escolar Completa Diurna y dicta normas para su aplicación.
| Fecha | 13 Agosto 1996 |
| Fecha de registro | 13 Agosto 1996 |
| Número de Iniciativa | 1906-04 |
| Etapa | Tramitación terminada Ley Nº 19.532 (Diario Oficial del 17/11/1997) |
| Materia | JORNADA ESCOLAR |
| Cámara Legislativa de Origen | Mensaje,Cámara de Diputados |
| Tipo de proyecto | Proyecto de ley |
MENSAJE DE S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA CON EL QUE INICIA UN PROYECTO DE LEY QUE CREA REGIMEN DE JORNADA ESCOLAR COMPLETA DIURNA Y DICTA NORMAS PARA SU APLICACION.
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SANTIAGO, agosto 2 de 1996
M E N S A J E Nº 191-332/
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A S.E. EL PRESIDENTE DE LA H. CAMARA DE DIPUTADOS. |
Honorable Cámara de Diputados: En un paso trascendental, dentro del proceso de mejoramiento de la calidad y equidad de la educaci—n, el gobierno ha decidido extender la duraci—n de la jornada escolar de medio d’a, a d’a completo, y adoptar un conjunto de medidas que garanticen el mejor aprovechamiento del mayor tiempo que se dispondr‡ para los procesos de ense–anza y aprendizaje. I.- ANTECEDENTES DE LA REFORMA Esta medida constituye un cambio cualitativo fundamental en la educaci—n chilena. Reconoce una tradici—n heredada de las generaciones precedentes, las que han visto en la educaci—n una clave para lograr el desarrollo como personas y como Naci—n. Si el reto para las generaciones anteriores fue asegurar la escolarizaci—n de toda la poblaci—n, el principal desaf’o presente es asegurar una educaci—n de calidad equitativamente distribuida. Siendo retos cualitativamente distintos, no lo son en su significado y simbolismo. La actual reforma, y especialmente el nuevo r&381;gimen de Jornada Escolar Completa Diurna, sigue la tradici—n de las grandes iniciativas educacionales emprendidas por Chile, como lo fueron la promulgaci—n de la Ley de |
Instrucci—n Primaria Obligatoria de 1920; el esfuerzo de los gobiernos radicales para consolidar y expandir nuestro sistema educacional, y la Reforma Educacional de los a–os sesenta, que signific— ampliar el nœmero de plazas escolares en cerca de un mill—n entre los a–os 1965 y 1973.
Toda reforma educacional es un proceso complejo. La presente reforma se realiza como culminaci—n de varios esfuerzos complementarios, tendientes a mejorar diversos aspectos del quehacer educacional. En la d&381;cada de los 80, se implementaron las primeras medidas del proceso de descentralizaci—n de la educaci—n, traspas‡ndose hacia las municipalidades y hacia sostenedores privados la gesti—n de los establecimientos educacionales, la que pas— a ser financiada por medio de una subvenci—n estatal determinada conforme a la asistencia por alumno. De esta manera, el Estado focaliz— la transferencia de sus recursos, pagando los servicios prestados por el nœmero de alumnos efectivamente atendidos e introduciendo incentivos para reducir la deserci—n escolar.
En 1990 se iniciaron dos programas para apoyar la gesti—n educacional de los establecimientos m‡s pobres: el Programa de las 900 escuelas y el Programa de Mejoramiento de la Calidad y Equidad de la Educaci—n. El primero de ellos ha estado orientado a que en las escuelas b‡sicas de menor rendimiento todos los ni–os del primer ciclo de educaci—n b‡sica accedan al dominio de las destrezas culturales fundamentales, como la lectura, la escritura y matem‡ticas elementales. El segundo programa, conocido por su sigla MECE, ha implicado una intervenci—n de mayor amplitud en la ense–anza b‡sica y preb‡sica, con iniciativas tales como los proyectos de mejoramiento educativo elaborados por las propias escuelas y el inicio de la red inform‡tica educativa denominada ÒEnlaceÓ. Adem‡s, se han aumentado significativamente las matr’culas de la ense–anza preb‡sica, en cerca de 80.000 nuevos cupos.
En 1991 entr— en vigencia el Estatuto de los Profesionales de la Educaci—n, que vino a regular su r&381;gimen laboral, creando la carrera docente para los del sector municipal y un contrato docente para los del sector privado. Esta ley signific— una ampliaci—n del horizonte remuneracional de dichos profesionales, una estabilidad laboral y una mejora en la situaci—n de los docentes que ten’an las remuneraciones m‡s bajas. A partir de esta normativa, entre 1991 y 1995 y por acciones especiales de los dos gobiernos de la Concertaci—n, las remuneraciones de los docentes han tenido un incremento real cercano al 70%.
Desde 1991, han aumentado notablemente los aportes fiscales para el financiamiento del sistema subvencionado. A modo de ejemplo, entre marzo de 1990 y marzo de 1996, el valor real de la subvenci—n educacional aument— en un 50% para la ense–anza b‡sica y en un 120% para la educaci—n diferencial. En los dos œltimos presupuestos anuales del sector pœblico, la inversi—n en educaci—n ha crecido acumulativamente en un 25% real. Adem‡s, para atraer aportes privados a la educaci—n, se ha incentivado el financiamiento compartido y las donaciones con fines educacionales.
Asimismo, durante el presente a–o entraron en vigencia los Objetivos Fundamentales y Contenidos M’nimos para la Educaci—n B‡sica, y est‡n en preparaci—n los de la Ense–anza Media. As’, se est‡ dando un paso clave en la modernizaci—n del sistema curricular, facilit‡ndose el ejercicio de la libertad de gesti—n educacional de los establecimientos, para fijar sus propios planes y programas de estudio.
II.- VENTAJAS Y CONTENIDOS DE LA REFORMA
Pero ha llegado el momento de dar un salto cualitativo, que permita consolidar los esfuerzos realizados durante la presente d&381;cada. Este cambio es la extensi—n de la jornada escolar. El eje del nuevo impulso en educaci—n en lo que resta de d&381;cada, ser‡ lograr las condiciones de infraestructura y de organizaci—n que permitan ofrecer, en un plazo m‡ximo de 6 a–os, una jornada completa (ma–ana y parte de la tarde), en todos los establecimientos subvencionados del pa’s.
La aplicaci—n de la Jornada Completa en todos los establecimientos educacionales del pa’s, involucra importantes beneficios desde el punto de vista pedag—gico y social entre las que destacan las siguientes:
- Se contar‡ con m‡s tiempo para las actividades docentes, anhelo reiteradamente planteado por los profesores de las escuelas que han participado en el programa MECE.
- El tiempo ser‡ suficiente para responder a los requerimientos derivados de los nuevos objetivos fundamentales y contenidos m’nimos para el nivel b‡sico y de las nuevas exigencias sobre la educaci—n media.
- Se podr‡ disponer de tiempo para alternar el trabajo intensivo en el aula con los per’odos de recreo y con las actividades complementarias, necesarias para adecuar la actividad docente a las capacidades de concentraci—n de los ni–os segœn su edad.
- Se asegurarán actividades de apoyo reguladas, tales como el estudio controlado, la realizaci—n de tareas y ejercicios, el trabajo en laboratorios y talleres, etc.
- Se contar‡ con la infraestructura necesaria para que los estudiantes realicen actividades de reforzamiento educativo, talleres y actividades libres.
- Se fortalecer‡ la identificaci—n de los estudiantes y sus familias con el establecimiento educacional.
- Se aumentar‡ el tiempo de permanencia en la escuela de los ni–os que enfrentan un medio m‡s hostil, preserv‡ndolos de situaciones de riesgo y apoyando a las madres que trabajan.
- Se generarán las mejores condiciones para un trabajo docente de mayor calidad, por la mayor dedicaci—n al trabajo en el establecimiento. Este trabajo no s—lo corresponder‡ a la docencia de aula, sino tambi&381;n a las actividades de colaboraci—n (selecci—n de materiales, preparaci—n de clases, atenci—n a los alumnos y apoderados, correcci—n de pruebas, etc.).
Para lograr estos resultados, el Gobierno se propone implantar en todo el sistema escolar subvencionado, entre 3¼ b‡sico y 4¼ medio, un r&381;gimen de Jornada Escolar Completa Diurna dentro de un plazo que culmina en el inicio del a–o escolar del 2.002. Dicho r&381;gimen estar‡ determinado por dos condiciones fundamentales:
1.- Cumplir con m’nimos de horas pedag—gicas semanales superiores a los vigentes actualmente. Estos m’nimos ser‡n de 38 horas semanales en la Educaci—n General B‡sica de 3¼ a 8¼ a–os y de 42 horas semanales en la educaci—n Media Cient’fico-Human’stica y T&381;cnico-Profesional.
2.- Contar con un horario de funcionamiento que garantice la disponibilidad de sus instalaciones para un adecuado desempe–o de las actividades docentes, acad&381;micas y recreativas de sus alumnos, para el trabajo del personal docente y la atenci—n a padres y apoderados, otorgando las facilidades administrativas y operacionales del caso.
Lo anterior equivale a extender en un promedio de 17% la jornada educativa m’nima en todo el sistema escolar de 3¼ b‡sico a 4¼ medio.
El cambio propuesto involucra un fuerte incremento en el tiempo disponible para el trabajo escolar. En efecto, esta medida equivale a ampliar en un promedio de 200 horas cronol—gicas anuales el tiempo lectivo del sistema escolar, sin alterar la norma actual de 40 semanas lectivas ni los tiempos de vacaciones. La extensi—n de la jornada escolar, sumada a la reciente ampliaci—n del a–o escolar en dos semanas, situar‡n a la educaci—n chilena en una posici—n comparable a la de los pa’ses m‡s avanzados en esta materia.
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