Los cracks de regiones que nunca llegaron a la selección - 17 de Septiembre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 693246225

Los cracks de regiones que nunca llegaron a la selección

El único acercamiento del 'Pinga' con la actividad formal fue la delegación de Chile en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, periplo que emprendió el navalino pero sin minutos en el único partido ante Egipto. "Le costaba conversar, era parco", justifica Araya, sobrino del mítico José "Chorero" Avendaño. "El 'Pinga' fue un caso extraordinario, era pescador de la caleta El Membrillo de Valparaíso, jugaba en la playa con pelotas de cochayuyo, y de allá se vino. Bravo hacía unas c hilenas de otro mundo. Los jugadores de Naval se resistían a ir al fútbol profesional, porque siempre los engañaban y les cambiaban las condiciones. Cuando Naval juega con el Austria Viena (1955), el 'Pinga' hizo cosas que hoy no se ven, jugó un partido de antología. Él murió de cirrosis, después de padecer diabetes", describe Luis Osses, autor de "Memorias de un Navalino".

El caso de Bravo parece multiplicarse a lo largo del país: jugadores fascinantes que por diversos motivos nunca tuvieron impacto en la selección chilena. Algunos ni siquiera se acercaron a Juan Pinto Durán.

En La Serena personifican este prototipo en Juan Koscina . "Un jugadorazo, era muy hábil, de la cuerda de Jaime Valdés. Por algo se lo llevaron los equipos grandes de Santiago. Un '8' que tenía nivel de selección, pero era difícil en ese tiempo luchar contra 'Chamaco' Valdés. El centralismo era más fuerte", dice Jaime Cortés, comunicador de la Cuarta Región. Otmar Rendic, ex presidente del club granate, se refirió a la forma como el 'Hippie' transitaba por la vida. "No le interesaba el dinero, jugaba por distraerse. En una oportunidad hablamos con él y con su padre, para que se fuera a probar al Real Madrid, pero contestó que no quería moverse de la ciudad", reseñó Rendic en el funeral del ex jugador de Colo Colo y de la U.

Gol de potrero

Las idolatrías en regiones se marcan a fuego. El legado doméstico vale más que cualquier despunte a nivel de selección. En Linares y Lota Schwager se ponen de pie cuando les nombran a Patricio Bonhomme , un bombardero que tiene el récord de goles en clubes del Ascenso: 152 gritos. Un 'pepero' acostumbrado a las epopeyas con barro y lluvia. La selección nunca existió para él. El propio ex ariete lo cuenta: "Tuve tanta mala suerte que cuando (Rudi) Gutendorf llamaba como a 70 jugadores, yo estaba lesionado. Y la otra, siendo juvenil en la U me llevaron a un Preolímpico en Colombia (1972), con José Cárdenas de DT, que me hacía jugar de central (...). Yo en todos...

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