La costa prometedora - 19 de Febrero de 2012 - El Mercurio - Noticias - VLEX 361139646

La costa prometedora

Veinte años después, hoy, mientras miramos las olas y el viento de Infiernillo, una playa de roqueríos ubicada entre Punta de Lobos y Pichilemu, Renato Martínez, dueño del flamante 8 al mar, un pequeño hotel boutique que abrió hace tres meses, busca en su celular un número que para él ya es recurrente. Tanto como lo es ahora oír hablar de ceremoniales u olas izquierdas en esta misma costa. Es el teléfono del surfista Ramón Navarro, el mayor embajador de este trozo de Chile en el resto del mundo.

"Ramón llegó hace dos días de Hawai. Aprovecha de hablar ahora con él; debe estar en su casa", dice Renato, orgulloso del tipo que le ganó a la vida y que, junto con los surfistas Diego Medina y Cristián Merello, ha puesto a Punta de Lobos -y en general, a toda la costa de la Sexta Región- en los mapas mundiales de este deporte y, con ello, gatilló una especie de revolución que poco a poco se está ampliando en la zona. ¿Revolución? Algo así: estas playas ya no son sólo un popular balneario a tres horas de Santiago. Ahora, cada vez más, también son el destino elegido por estadounidenses, ingleses, franceses, brasileños y gente de muchos otros países que están llegando a este lugar sólo para experimentar el poder de las olas que crecen aquí con un tamaño y consistencia envidiables.

La casa de Ramón Navarro en Punta de Lobos ya no es la de antes, cuando él sólo era un hijo de pescador que tenía un talento natural para encaramarse sobre las olas, las mismas que había visto golpear desde niño frente a sus narices mientras amarraba cochayuyos. Su nueva casa la construyó hace cuatro años con el dinero que ha ganado en el surf -Navarro actualmente está peleando para coronarse campeón del actual Circuito Mundial de Olas Gigantes-, está hecha de madera con un cuidado diseño y se emplaza sobre una privilegiada colina, desde donde cada mañana puede recordar la razón que seguramente lo mantendrá aquí hasta el día de su muerte.

"Mis amigos extranjeros que han venido a surfear han quedado alucinados", dice Navarro sin sacarse nunca los lentes oscuros: ayer estuvo todo el día surfeando en Puertecillo, otra playa de la región muy apetecida por sus olas, y tiene los ojos destrozados por el sol y el mar. "Yo todos los días me levanto y veo la gran ola de Punta de Lobos desde mi casa. Por eso sé que quiero quedarme aquí para siempre".

El popular sitio web Surfline.com, uno de los más prestigiosos de este deporte a nivel mundial, publicó un comentado artículo donde describía a Chile como un...

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