Cosas que nunca dejan de suceder - 21 de Mayo de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 639765973

Cosas que nunca dejan de suceder

El 25 de febrero de 2016, un diario de alcance nacional en mi país, la Argentina, publicó una nota acerca de la cena de gala que el Presidente Macri dedicó al Presidente de Francia, François Hollande, que estaba de visita: "Con sus copas de champagne en mano, espumante obligado en cualquier cena que tenga comensales franceses, el Presidente Mauricio Macri y su par galo, François Hollande, sellaron anoche el final de un día intenso en el Museo del Bicentenario, frente a personajes del ámbito de la política, del espectáculo y del deporte. La Primera Dama, Juliana Awada, con un look sobrio pero deslumbrante, tuvo un doble rol en la noche: anfitriona e intérprete. Es que su marido comentó que poco recuerda de sus clases de francés en el colegio y ella, sentada al lado del Presidente francés, le iba traduciendo al oído las palabras del Presidente argentino. De la velada, que tuvo lugar en el salón contiguo a la Casa Rosada, participaron el tenista argentino Guillermo Vilas, el futbolista francoargentino David Trezeguet, la conductora Mirtha Legrand, la artista plástica Marta Minujín y la viuda del escritor Jorge Luis Borges, María Kodama". Las fotos que acompañaban el texto reflejaban el espíritu mundano de la cena, mostrando a los comensales frente a mesas llenas de comida fresca, limpios, bañados, maquillados, perfectos.

Mientras todo ese glamour acontecía, a unas veinte cuadras de allí, sudorosa, deshecha de cansancio y desazón, yo comía una empanada de pollo reseca sentada sobre el colchón desvencijado de un hotel de mala muerte porque en mi casa y en mi barrio, Villa Crespo, no había luz desde hacía dos semanas.

El país atraviesa una crisis energética que lleva ya años. De hecho, el 15 de diciembre pasado el nuevo gobierno decretó la emergencia energética. Apenas después se implementó un aumento de tarifas (las que se pagaban antes, al menos en la capital, rozaban el ridículo para los sectores medios y altos: unos cinco dólares cada dos meses), y se anunció un cronograma de cortes programados. De todo eso se habló ampliamente en diarios, radios, la tele. Pero de los cortes salvajes fuera de programación que duraron días y semanas en algunos barrios, no hubo noticia alguna. Los vecinos de Villa Crespo -mis vecinos, yo- cortaron cada noche la intersección de dos de las avenidas más importantes de la ciudad: Corrientes y Juan B. Justo. Incendiaron neumáticos, gritaron, se pelearon con la policía. Sin embargo, nada de todo eso fue mencionado...

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