Corrupción - 20 de Abril de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 779004449

Corrupción

En pleno desarrollo de juicios contra exparlamentarios, una jueza decreta la prisión de militares, otro investiga a generales de Carabineros, mientras arde la justicia en Rancagua . ¿Vamos cuesta abajo o estamos de salida, destapando los pocos vestigios de corrupción que quedan? ¿Vemos la punta del iceberg o casos aislados que nuestras instituciones siempre descubren? ¿Tenemos buenos sistemas para prevenir, detectar a tiempo y sancionar la mayoría de los casos, o los más nunca son descubiertos ni menos sancionados?Es muy difícil saberlo. Aunque sepamos que la corrupción impide el crecimiento y destruye las instituciones, no es sencillo conocerla o medirla mientras ocurre. De la pasada tampoco tenemos buenas y sistemáticas historias. Estas cosas han ocurrido siempre dicen unos, mientras los otros se lamentan de que la gente esté más mala que nunca. Unos buscan sus causas morales, otros ponen sus ojos en las instituciones. Medimos una galopante percepción de que toda élite es corrupta. Unos ven en ello la señal de la descomposición del orden, otros le dan la bienvenida al poder ciudadano autónomo y al motor que impulsará mejores instituciones.En este terreno, más poblado de dudas que de certezas, acotar la mirada a campos específicos puede ser de algún valor. No está de más entonces poner la corrupción judicial denunciada en Rancagua en un cierto contexto.De la etapa de formación de la República tenemos pocos registros acerca de cuán corruptos o probos eran los jueces chilenos. De los escritos de Bello y de otros, instándoles a fundar sus decisiones, pareciera que reinaba un alto nivel de arbitrariedad en sus sentencias; pero debemos apostar un tanto a ciegas acerca de cuánto de ese vacío se debía a ignorantes jurídicos que procuraban mantenerse imparciales y cuánta corrupción se escondía tras ella.La formación de una corporación de jueces profesionales, rigurosos en las formas de un debido proceso, tomó largos años. Aún en la Constitución del 25 se discutía si para asegurar la imparcialidad del juez debía radicársele fuera de su ciudad de origen y ser frecuentemente trasladado. A juzgar por lo que la prensa muestra de los jueces a mediados del siglo pasado, la empresa de formar un cuerpo probo parece haber sido exitosa. No obstante, se pagaron costos. La independencia del órgano judicial se logró a costa de debilitar la de cada juez frente a sus superiores; el sentimiento corporativo y la...

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