Le Corbusier, Patrimonio de la Humanidad - 24 de Julio de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 645625945

Le Corbusier, Patrimonio de la Humanidad

Aquel encuentro significaba el final de una enemistad legendaria. Le Corbusier y Picasso se habían conocido hace 30 años, habían sentido un primer reflejo de simpatía, pero después se dedicaron un buen puñado de desdenes. Sus estudios (Le Corbusier en la calle Sevres; Picasso, en la Rue des Grands Agustines) estaban a 15 minutos de paseo y sus figuras eran paralelas: los dos tenían el mismo carácter exhibicionista y un poco narciso, los dos eran coléricos y mujeriegos, los dos se dejaron fotografiar desnudos, los dos tenían el don de la gracia y el encanto, y el talento para las relaciones públicas. Hasta sus dibujos se parecían: uno hizo la "Mano abierta para dar y recibir" y el otro, la "Paloma de la paz". Vistos ahora, con la distancia del tiempo, ¿cuál es la diferencia? Tan semejantes eran Picasso y Le Corbusier, que se detestaron durante años y años y años. Así, hasta que alguna imagen de la Unidad de Habitación llegó a los ojos del pintor que, asombrado, sintió el deseo urgente de visitar las obras. Los agravios quedaron perdonados y el "minotauro" volvió a ser amigo del "curvador".

La historia de Picasso y Le Corbusier aparece en "Modern man", la biografía del arquitecto suizo publicada por Anthony Flint, profesor del Lincoln Institute of Land Policy de Massachusetts, en el cincuentenario de su muerte en 2015. Doscientas sesenta páginas que se leen más como una novela que como un ensayo de arquitectura: !si hasta el relato empieza con una escena de sábanas y adulterio¡ "Le Corbusier era impredecible, era difícil y arrogante, hasta el punto de que los colegas que lo admiraban, al final, siempre querían tenerlo lo más lejos posible. Era un jefe espantoso para sus subordinados. Era un conquistador en serie, no puedo entender qué es lo que retuvo a Yvonne [su mujer] a su lado. Pero también era capaz de tener gestos increíblemente generosos. No debía de ser fácil ser su amigo... Sé que debo ser prudente con los términos médicos, pero creo que en su personalidad hay rasgos de alguna forma suave de autismo". Anthony Flint describe esa parte de la personalidad de Le Corbusier que remite a Picasso.

Calvinismo y aburrimiento

La diferencia es que el arquitecto también cargaba con la herencia de su familia de suizos calvinistas, relojeros, minuciosos, obsesivos, aburridos. "Piense en Le Cabanon (la cabaña en la que pasaba los meses de verano), en las camitas individuales que había puesto, una para él y otra para Yvonne... aunque, al final, Le...

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