Búsqueda en el convento de las Trinitarias de Madrid: ¿Quién era Cervantes? ¿Y dónde está?
Algunos de estos rasgos -sus nariz grande y aguileña, los pocos dientes, las heridas recibidas en Lepanto-, aportados por el propio Cervantes en el prólogo de sus "Novelas ejemplares", son las mejores pistas que existen para reconocer sus restos, sus huesos, que -se supone- están desde 1616 en el convento de la Trinitarias, en Madrid. Y que, probablemente en septiembre, comenzarán a ser buscados por el equipo de diez forenses que dirige el médico Francisco Etxeberria (quien, como parte de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, ha tenido un rol protagónico en la exhumación de personas asesinadas y desaparecidas durante la Guerra Civil Española y la posterior dictadura franquista, además de colaborar con el Servicio Médico Legal chileno en las investigaciones de las muertes de Víctor Jara, Salvador Allende, Pablo Neruda y Jorge Matute Johns).
Claro que esa será la segunda etapa de un proceso que comenzó en abril.
Falta un permiso
Algunos documentos históricos y una placa en la iglesia del convento de las Trinitarias son las pruebas de que Miguel de Cervantes fue enterrado allí -según sus deseos- el 23 de abril de 1616, un día después de su muerte (o sea, no murió en la fecha en la que año a año celebramos el día de libro; tampoco lo hizo Shakespeare, quien falleció el 3 de mayo de 1616). En 1673 la iglesia fue reconstruida, debido a lo cual se perdió el rastro del cuerpo del creador del Quijote.
De manera que no hay prueba fehaciente de que el autor esté ahí. Por eso un grupo de especialistas -liderados por el historiador Fernando de Prado, el técnico en georradar Luis Avial, director de la empresa Falcon Hich Tech, y el citado Francisco Etxeberria- quieren identificar con certeza los restos.
Luego de años de buscar financiamiento, el trabajo comenzó en abril -con apoyo del Ayuntamiento de Madrid-, con el rastreo de la iglesia mediante un georradar y otras tecnologías que permiten mapear y detectar anomalías en los terrenos. Gracias a eso se descubrieron cuatro sitios donde podrían haber restos óseos, además de entre treinta y treinta y tres nichos en una cripta subterránea.
La información fue dada a conocer en junio y los investigadores concluyeron que la cripta es el lugar con más posibilidades de contener los restos de Cervantes: si fueron removidos durante la reconstrucción del lugar, es esperable que hubieran sido ubicados en estos nichos. Sin embargo, el trabajo -entrar en la cripta, instalar un laboratorio in situ y comenzar a analizar los huesos- aun no comienza pues se requiere el permiso de las monjas Trinitarias y del Arzobispado de Madrid, además del de la...
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