'Estoy convencido de que el diseño institucional amerita correcciones'
Serenidad es una palabra que repite. "Estamos entrenados para eso, un ministro de un tribunal de justicia toma decisiones y es difícil todos los días", dice Juan José Romero, sentado en una sala de reuniones, mientras espera instalarse como nuevo presidente del Tribunal Constitucional, cargo que, en lo formal, ya ostenta desde el viernes.Difíciles han sido los últimos años en el patrimonial edificio, construido en 1920, con frescos de Fray Pedro Subercaseaux, y que desde el estallido del 2019 mantiene su frontis cerrado. Igual que los edificios que lo rodean en el paseo Huérfanos, el de Codelco incluido. Las decisiones del TC están bajo la lupa política de todos los colores, también sus atribuciones y, como acicate, la conflictividad interna terminó por explotar con la abierta confrontación entre la presidenta saliente, María Luisa Brahm, y otros jueces del tribunal. Todo, justo cuando comenzaba el proceso constituyente, que tiene al TC en su lista de prioridades.Abogado de la UC, de la misma generación del exsubsecretario Clemente Pérez; del presidente de Cruzados, Juan Tagle, y de Jean Pierre Matus, recientemente propuesto para juez de la Corte Suprema. La "Corpo" se llama el grupo de chat que Romero mantiene con ellos desde cuando jugaban fútbol "y terminábamos con asado". Hijo del exsenador RN, Romero (54) eligió el mundo académico, donde ha desarrollado su carrera y se le siente cómodo. "En las campañas políticas hay programas con todo tipo de promesas, en este trabajo tenemos que seguir haciendo la labor jurisdiccional, es lo que se espera de este tribunal", responde, en la primera entrevista que da en su vida, poniendo un norte claro a los ocho meses que estará a cargo.Y agrega: "Este tribunal ha logrado impartir justicia constitucional con normalidad en tiempos de anormalidad, con una creciente demanda por justicia constitucional". Cuando llegó, hace ocho años, ingresaban 300 causas al año, hoy superan las 3.000.-¿A qué anormalidad se refiere?-A la pandemia, que ha sido difícil.-Habló de "dar vuelta la página" en la guerra interna, ¿cómo piensa "pacificar" el TC?-Dije eso, efectivamente ha habido problemas. Sería insensato desconocer que se ha perdido cohesión institucional y se ha instalado en el tribunal y, quizás en el país, una cultura de desconfianza. Obviamente hace difícil avanzar. Aun así, la última votación para presidente demuestra que estas cosas hay que ponderarlas, porque se mostró cierta cohesión.-¿Aunque la expresidenta Brahm no le dio su voto?-Cada uno es libre al votar. Ya que habla de la expresidenta, valoro su compromiso por su tribunal, más allá de las diferencias que podamos tener, que no...
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