Construcciones de película - 22 de Febrero de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 840642435

Construcciones de película

T an importante como encontrar los actores adecuados para un determinado rol o la música perfecta para acompañar cada escena, es la elección de la locación. En el mundo del cine, los espacios pueden convertirse en personajes en sí mismos, afectando la estética, el estado de ánimo y la atmósfera psicológica de la película. Un filme puede tener lugar en una antigua casa venida a menos, en un planeta en otra galaxia o en un departamento apenas ambientado con unos pocos muebles. Todo dependerá de la historia, el relato y lo que el director quiera comunicar. "Para las artes escénicas, la arquitectura es comunicacional, celebra el acto de acoger y transmitir un guion al espectador; un guion que, probablemente, trae un mensaje incorporado", advierte Gabriela Mazi, arquitecta de la UC, académica y especialista en arquitectura efímera.Pero, qué sucede cuando ese espacio no existe, o cuando el ambiente requerido es tan singular que solo puede ser hecho a medida. Simplemente, se crea. Tal como lo hizo el director Silvio Caiozzi para su último filme Y de pronto el amanecer (2018), que en vista de los cambios producidos en la arquitectura vernácula del archipiélago de Chiloé y en la fisonomía de sus pueblos, decidió producir un villorrio como esos de hace 40 años, con casas tipo palafitos, con fachadas y techos revestidos en tejuelas de alerces ya teñidas de gris por el paso de los años, los excesos de lluvia y humedad.Lo hizo en la península de Rilán, a 10 kilómetros de Castro, en un predio familiar. "Se me ocurrió replicar la tradición de la minga y trasladar casas abandonadas y cayéndose que había visto en los alrededores. Para nuestra suerte, cuando una construcción envejece y ya no sirve, los chilotes la 'dejan caer', como dicen, y levantan una nueva a su lado", cuenta Caiozzi. En total, fueron 15 las viviendas que desplazaron por tierra y mar; entre ellas, una casa-fogón con más de 120 años, dando origen al poblado de Weltún, que hoy Caiozzi quiere transformar en un sitio turístico, de rescate patrimonial.Diferente ha sido la participación del arquitecto Alfredo Thiermann en el cine chileno, quien ya ha proyectado dos construcciones para películas y está trabajando en una tercera. Su primera incursión en el tema partió con una investigación sobre los espacios que el hombre ha construido como retiro del mundo, motivado por unas cartas en las que el sacerdote y teólogo jesuita Miguel Lacunza habla de su exilio de Chile a mediados del siglo XVIII...

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