Congelados, el desafío de mejorar las variedades
Y hay más buenas noticias: existe una demanda creciente a nivel global que llevó a que en el 2014 se exportaran en el mundo más de 2 millones de toneladas de frutas congeladas, con un valor superior a los US$ 4.200 millones. Solo en frutas congeladas, Chile exporta 118 mil toneladas, con un valor de US$ 367 millones, explica Guillermo González, gerente general de Chilealimentos. Ello lo tiene como el segundo exportador mundial en valor y el sexto en volumen. Chile abastece con congelados de frutas y hortalizas a países ubicados en los cinco continentes, lo que demuestra la capacidad de respuesta que la industria tiene ante las normas y prácticas comerciales que se exigen internacionalmente.
Detrás de este crecimiento hay una estrategia, que es lo que ha permitido pasar de ser procesadores de la fruta que no alcanzaba los niveles de exportación en fresco a enfocarse en el campo para satisfacer los requerimientos específicos de cada producto.
La reina frambuesa
El producto estrella de los congelados son los berries. Considerando a arándanos, frambuesas, moras y frutillas, los berries representan más del 70% del volumen de exportación de congelados de Chile.
Entre ellos, la reina indiscutida es la frambuesa, señala Antonio Domínguez, director de la Rama de Congelados de Chilealimentos, presidente de la International Raspberry Organization, director del Programa de Promoción de la Frambuesa en EE.UU. y presidente de Nevada S.A.
Pero, a pesar de la posición que ha alcanzado, es quizás uno de los productos en los que hay que poner más atención, especialmente en lo que se refiere a la calidad de las plantas, porque se ha tendido a un envejecimiento y degeneración de ellas.
"En nuestro país, la necesidad que tiene la industria y los agricultores que la proveen es lograr la renovación de huertos en base a la variedad heritage genuina (que no se haya degenerado a través del tiempo), libres de virus y en suelos sin nematodos", plantea Domínguez.
Los virus y enfermedades han provocado la pérdida de potencial productivo de los huertos del país en forma considerable, lo que se ha sumado a una pérdida de la pureza varietal de las plantas. Así, hoy nuestras frambuesas son de menor calibre y menos dulces que años atrás.
El impacto no es solo para la exportación -que ha visto disminuir los volúmenes-, sino que también para el productor. Domínguez cuenta que la industria de la frambuesa congelada en Chile se ha ganado un reconocimiento internacional por...
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