El conflicto en el espejo de la ex Yugoslavia - 28 de Mayo de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 512723038

El conflicto en el espejo de la ex Yugoslavia

Este tweet de ayer de Strobe Talbott, ex subsecretario de Estado de Bill Clinton y actual presidente de la Brookings Institution, refleja la real preocupación por la crisis en Ucrania y la inquietante similitud con lo que muchos consideran fue uno de los grandes conflictos de la Posguerra Fría: la desintegración de Yugoslavia (1991-1995) y la posterior secesión de la provincia serbia de Kosovo (1999).

Es que la desaparición de este país enclavado en la península de los Balcanes, surgido en 1945 de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial bajo el férreo gobierno del mariscal Josip Broz "Tito", fue un proceso marcado por la violencia nacionalista y una pobre y tardía intervención de la comunidad internacional.

Una guerra no tan lejana que no pocos miran como un modelo de lo que podría ocurrir a futuro con Ucrania, considerando que este país ya perdió la península de Crimea ante Rusia, y las regiones de Lugansk y Donetsk votaron por independizarse.

Múltiples divisiones

Yugoslavia, compuesta por las repúblicas de Bosnia-Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Macedonia, Montenegro y Serbia, era una amalgama de grupos humanos con profundas diferencias políticas, étnicas y religiosas. Mientras el mariscal "Tito" estuvo vivo, mantuvo unidos a todos estos grupos. Y tras su muerte, Yugoslavia comenzó a ser gobernada a través de una presidencia colegiada.

Pero a medida que las diferentes repúblicas fueron declarando su independencia (ver infografía), la coexistencia se quebró, desatando un furioso nacionalismo que derivó en la aparición de milicias armadas que en muchos casos protagonizaron verdaderas masacres contra grupos étnicos rivales.

"Ucrania sí podría convertirse en otra Yugoslavia. Algunas de las mismas divisiones lingüísticas y etno-religiosas que causaron la fractura de ese país también están presentes en Ucrania, aunque no tan profundo", dice a "El Mercurio" Ted Galen Carpenter, vicepresidente de Estudios de Defensa y Política Exterior del Instituto Cato.

"En Ucrania, la principal división es entre el oeste nacionalista de mayoría católica y el este ortodoxo prorruso. El resultado más probable, producto de dichas tensiones, sería una división del país en dos componentes, en lugar de múltiples nuevas entidades políticas", agrega. "Esto es especialmente cierto si Estados Unidos y la Unión Europea siguen presionando para la existencia de un gobierno antirruso y prooccidental en Kiev".

Lecciones del pasado

Uno de los aspectos que caracterizaron la...

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