Condenado a rehabilitarse - 11 de Febrero de 2023 - El Mercurio - Noticias - VLEX 922732207

Condenado a rehabilitarse

Patricio Rojas es bajo , delgado y lleva un corte de pelo a la moda. Puede ser porque viste polera, pantalón de tiro ancho y unas llamativas zapatillas verdes, pero aparenta menos de los 41 años que tiene.En la mesa del Centro de Justicia de Santiago hay restos de galletas y café, además de un cuaderno con unas hojas escritas en computador. Es la sentencia definitiva dictada por el primer tribunal de garantía de Santiago el 5 de enero.El documento relata una seguidilla de hechos ocurridos entre marzo y julio de 2021 protagonizados por Patricio. En todos ellos sus víctimas son sus padres: él, un exmaestro tabiquero jubilado de 79 años; y ella, una dueña de casa de 72.Por ejemplo, el texto firmado por el juez Fernando Guzmán relata que una tarde de marzo de 2021, Rojas llegó a la casa familiar, en Pudahuel, y desde el exterior le gritó a su papá: "Viejo de mierda, no me das ni 10 pesos. Cuando te pille en la calle te voy a pescar a puñaladas'". Lo dijo portando un cuchillo en la mano derecha.El texto añade que otras veces fue con una botella de vidrio quebrada con la que se hizo cortes en los brazos; amenazó a sus padres con quemarles la casa, la que les apedreó y rompió puertas; además de robarles dinero y huir corriendo por los techos para que no lo atraparan.Llegaba al hogar a las 16.22, a las 17.15, a las 23.00, a las 1.45, a las 2.00, a las 3.28, a las 5.50, a las 8.40. En total, cuenta él, desobedeció en 14 ocasiones la orden judicial que le impedía acercarse a la vivienda de sus padres, como parte de una causa por violencia intrafamiliar existente en su contra. La insistencia por verlos era para que le pasaran plata.-Hay personas que por el consumo de drogas hacen lo que sea -comentará Patricio Rojas durante una mañana del último viernes de enero-.Y yo fui uno de esos.Patricio es el menor de 11 hermanos de una pareja que lleva 55 años de matrimonio.-Yo era el mimado de la casa, el regalón, al que le aguantaban todo. Andaba debajo de la falda de mi mamá, de mis hermanos, tenía todo lo que quería y era florerito -comenta Patricio-. En el colegio sobresalía en deporte, en baile, quería a la mejor mujer y era un líder, pero me puse a buscar otras cosas y ahí me encontré con la delincuencia, con la droga.Dice que la primera vez que se fumó un pito de marihuana fue en octavo básico, cuando fue con un compañero a hacerse un tatuaje. Sostiene que se mareó, pero siguió fumando hasta que le sintió la gracia a "andar volado". Durante siete años, afirma, solo consumiría hierba y chicota, un sedante hipnótico y preanestésico que se aspira. De ahí, ya estando emparejado, con dos hijos chicos y un buen sueldo gracias a su trabajo de enfierrador de la construcción, se metió en la pasta base.-Eso fue el error más grande de mi vida. Con esa droga la persona se hace adicto rápidamente y destruye a la familia -reflexiona-. Uno empieza a consumir con mucha gente, pero después uno es tan dependiente del vicio que uno no le quiere dar a nadie y te aíslas.Rojas recuerda que junto a su pareja tenían buena situación económica, pues ella trabajaba en una joyería y juntaban los ingresos, pero a medida que aumentó su adicción comenzó a aportar solo la mitad de su sueldo, ya que el restante lo dejaba para drogarse.Pronto, añade, dejó de trabajar, comenzó a andar en la calle con otros pastabaseros y la relación con su esposa e hijos sedestruyó.-Un día yo estaba sentado en una banca, ella llegó y me dijo: "Patricio, tenemos que hablar". Yo le respondí que no era necesario, que no se preocupara y se llevara todo de la casa -repasa-. Recuerdo que cuando se estaban yendo, pensé: "Bacán, estando solo voy a...

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