Condena injusta en Venezuela - 14 de Septiembre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 582377350

Condena injusta en Venezuela

La sentencia en contra del dirigente Leopoldo López, considerado ampliamente un preso político, no hace sino confirmar los métodos autoritarios y cuasi dictatoriales que aplica el gobierno de Nicolás Maduro en su trato con la oposición democrática. López recibió esa condena tras un juicio por delitos que no se probaron, y que estuvo "marcado por gravísimas violaciones al debido proceso", como señaló Human Rights Watch, en el que no se dejó al acusado presentar pruebas ni testigos.

Es evidente que el gobierno venezolano siente temor ante el resultado electoral del 6 de diciembre -en el que probablemente sea derrotado- y busca medios para contrarrestar el poder de la oposición, condenando a un líder político de gran popularidad, a quien margina así de la competencia.

La estrategia de Maduro se complementa con una ofensiva internacional que busca aglutinar a la población ante un peligro externo; en este caso, los paramilitares y traficantes colombianos y un supuesto complot en su contra "preparado desde Bogotá", del que nunca entregó las pruebas.

Ya es hora de que los gobiernos de la región cambien el lenguaje sutil frente a Maduro por uno que se condiga con el compromiso de promover la democracia en América Latina.

Crisis de los inmigrantes: "Falta unión en Europa"

"Falta Europa en esta Unión y falta unión en esta Europa", es la frase que escogió el presidente de la Comisión Europea para remecer a los eurodiputados y sensibilizarlos sobre el tema de los miles de extranjeros que llegan a pedir asilo a la UE. Jean-Claude Juncker proponía admitir a 120 mil refugiados adicionales a los 40 mil que ya aceptaron en junio. Nada de lo que se apruebe hoy lunes en la reunión de ministros de Interior parece suficiente para solucionar la crisis humanitaria, producto de las guerras del Medio Oriente. Cuatro millones de sirios han salido del país, tres millones están en Turquía, Líbano y Jordania.

A pesar de las espontáneas muestras de solidaridad de la ciudadanía, no ha sido fácil que los gobiernos europeos se pongan de acuerdo en cómo responder a los cientos de miles de peticiones de asilo. Hoy decidirán si aceptan el plan de Juncker: una cuota obligatoria de refugiados para los países miembros, dependiendo de la población, el PIB, el desempleo y las peticiones anteriores de asilo otorgadas. De acuerdo con estos criterios, Alemania recibiría 31.443 personas; Francia, 24.031 y España, 14.931 refugiados, y así sucesivamente, según su tamaño. Exiguos números...

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