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Concede la nacionalidad por gracia al diácono Guido Goossens Roell

Fecha18 Mayo 2016
Fecha de registro18 Mayo 2016
Número de Iniciativa10699-06
EtapaTramitación terminada Ley N° 20.951 (Diario Oficial del 21/09/2016)
Autor de la iniciativaAguiló Melo, Sergio, Arriagada Macaya, Claudio, Berger Fett, Bernardo, Farías Ponce, Ramón, Ojeda Uribe, Sergio, Sandoval Plaza, David, Verdugo Soto, Germán
MateriaGUIDO GOOSSENS ROELL, NACIONALIDAD CHILENA
Cámara Legislativa de OrigenMoción,Cámara de Diputados
Tipo de proyectoProyecto de ley

Concede la nacionalidad por gracia al diácono Guido Goossens Roell


Boletín N°10699-06


1.- La nacionalidad por gracia.


La nacionalización por gracia de ley constituye una institución de tradición republicana extraordinariamente fructífera para el bien común chileno. Lo anterior porque a través de este honor se distingue a extranjeros ilustres que han efectuado un aporte significativo al progreso del país en las tareas científicas, productivas, comerciales, artísticas, deportivas y culturales; como asimismo en el magisterio de costumbres y estilos de vida que signifiquen un modelo de virtudes a seguir por las generaciones venideras.

Esta importante y excepcional institución de la nacionalidad por gracia de ley es recogida en el número 4 del artículo 10 de la Constitución, cuando expresa que serán chilenos los que obtuvieren especial gracia de nacionalización por ley.

Vale la pena anotar entonces, que por decisión soberana del Poder Legislativo, la nacionalización por gracia de ley, al mismo tiempo que otorga el supremo reconocimiento de incorporar a la familia chilena al extranjero connotado, le permite mantener la nacionalidad de la patria quien lo vio nacer.


2.- Vida y obra del hermano GUIDO GOOSSENS ROELL


Guido Goossens Roel es un diácono célibe belga que reside en Chile desde marzo de 1974. Nació en un pueblo rural, Zoersel, cerca de la ciudad de Amberes, el 4 de abril de 1948 y fue ordenado como diácono por don Carlos González, el 6 de Junio del año 1976. Actualmente vive en la Villa San Antonio, ejerce su ministerio en la Parroquia San Sebastián, colabora en la Pastoral Penitenciaria de Talca y participa en una gran diversidad de actividades que busca el reconocimiento y la promoción de la dignidad humana. Ha sido descrito por la comunidad Talquina como un “hombre simple, profundo, carismático y transparente” quien está dedicado “a predicar el evangelio, especialmente en los sectores más necesitados; “representa los valores de solidaridad, humildad, compromiso y consecuencia con los más desposeídos.” Es conocido cariñosamente como el hombre de la bicicleta, por ser su único medio de locomoción en su vida.


1.- El Hermano Guido después de la enseñanza media en su querida Bélgica se fue a estudiar sociología en religión a la Universidad de Lovaina. Estos años coincidieron justo con el despertar del movimiento estudiantil que reclamaba cambios profundos. Se cuestionaba el verticalismo o autoritarismo plasmado en las distintas instituciones que conforman la sociedad como la política, la economía, la iglesia, el matrimonio y por supuesto también la universidad.

Perteneció a la generación llamada de “mayo del 68”, cuando los estudiantes en Francia, Bélgica, Alemania se tomaron las calles, universidades, hacían alianzas con sindicatos y trabajadores para lograr una sociedad más justa y centrada en otros valores.


2.- Después de terminar sus estudios en sociología hizo dos años de teología y en este lapso, conoció al sacerdote Belga, José Comblin, quien había llegado en 1972 a Talca. Comblin consultó a don Carlos González, el Obispo de Talca de ese entonces, quien en mayo de 1973 lo invito a colaborar con la Iglesia de Talca. Para lo cual se matriculo en un instituto de Lovaina que se llamaba Copal (Colegio pro América Latina), donde se preparaban, durante cuatro meses, consagrados y laicos de distintos países de Europa que iban a trabajar en América Latina en diversos países y proyectos.

Se hace presente como anécdota en su vida que en septiembre de 1973 don Carlos Gonzalez Cruchaga paso por Bélgica para concretar con el Obispo de Amberes su traslado como seminarista a la Diócesis de Talca, y resulta que el día de su llegada el calendario marcaba 11 de septiembre, y don Carlos vio la Moneda en llamas en el televisor de su casa. Fue el día del golpe militar en Chile. A pesar de aquello, decidió compartir la suerte de la Iglesia en América Latina y el traspaso se hizo.


3.- Llego a Talca 1974, mientras el régimen militar fue descabezando todo el movimiento social. Sin embargo avanzo en el fortalecimiento de instituciones como la Juventud Estudiantil Católica (JEC) y la Asociación de Universitarios Católicos (AUC), donde estuvo hasta 1978. Posteriormente se fue a Santiago hasta 1981 para complementar sus estudios en teología en la Universidad Católica. Allí se fue fui a vivir a la población La Bandera donde realizo un trabajo pastoral intenso tomando contacto con el movimiento estudiantil, el movimiento obrero, el movimiento de pobladores que comenzaban a reorganizarse y también con la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, quienes en este año de 1978 organizaron su primera gran huelga de hambre. Poco después en La Bandera se produce la primera toma de terreno bajo dictadura y también se dan las primeras huelgas de los trabajadores. Incluso en la misma Universidad Católica que estaba intervenida, el cómo estudiantes de la facultad de Teología, apoyo un paro de 48 horas, solidarizando con algunos compañeros que fueron detenidos durante la marcha del 1 de mayo.


4.- El año 1982, vuelve como diácono a la diócesis de Talca, crea una red de amigos sacerdotes con quienes se identifica fuertemente su estilo de vida, de trabajo en equipo, su pastoral social a seguir creciendo en la fidelidad al Evangelio y en el compromiso con la gente sencilla. Eran los sacerdotes del Prado.


5. – Durante el año 1991 junto con doce personas, tres hombres, ocho mujeres y un sacerdote Padre Marcos Parada, inician la pastoral penitenciaria con la idea de formar al interior de la cárcel de Talca una comunidad cristiana, de unir estos jóvenes en torno al Evangelio y promover la participación de parte de ellos. Más que crear un lugar para escuchar una prédica, se buscó un intercambio sobre experiencias de fe y de dudas en relación con la palabra de Dios. Organización que ha perdurado hasta el día de hoy y que ha tenido un trabajo importante en materia de inserción social con aquellos que ya han cumplido sus penas,


6.- El año 2003,...

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