Compungidos, mesiánicos y cimarreros - 17 de Octubre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 584975006
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Compungidos, mesiánicos y cimarreros

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Vincent

Primero, el rechazo a la nominación del Contralor muestra la incompetencia en la conducción política de la Nueva Mayoría. El ministro Burgos justo eligió -después de seis meses con el cargo vacante- un postulante que nunca reunió los pergaminos profesionales y políticos para ostentar el cargo. Y con razón fue rechazado. Si tiene una demanda por deuda impaga con el Estado. !No es tan difícil¡ En Chile hay suficientes candidatos con trayectoria y respaldo político transversal para conducir la Contraloría.

Esta es solo una muestra más del fracaso del Ministerio del Interior para enfrentar los desafíos de gobernabilidad política. Antes fracasó en el conflicto con los camioneros. Hoy tampoco tiene un plan macizo para el control de la creciente delincuencia, materia bajo su jurisdicción, y extendida por todo Chile. Peor aun, en vez de dar sensación de control de la agenda, se hacen ya habituales las apariciones del ministro Burgos con rostro compungido declarando que "hemos fracasado" o "me voy con una sensación amarga". ¿A quién le importa? El ministro y su equipo están ahí no para hacer terapia frente a los medios, sino para gobernar.

Nuestra cultura democrática también se vio golpeada esta semana. El senador Ignacio Walker arremetió contra Eduardo Engel, quien planteó reparos por la lentitud de las propuestas del Consejo Anticorrupción para convertirse en ley y los esfuerzos permanentes de los parlamentarios por descafeinar y derechamente bloquear todas aquellas iniciativas que signifiquen aumentar la competencia y eliminar las malas prácticas del sistema de partidos políticos. El parlamentario DC las emprendió contra el académico señalando que "la política es algo demasiado serio para dejársela a intelectuales que desconocen la historia de Chile y de sus partidos". Walker pertenece a ese grupo de dirigentes que creen que quienes enfrentaron en su día a la dictadura, trabajaron en la Vicaría de la Solidaridad o fueron víctimas del régimen de Pinochet obtuvieron credenciales democráticas sin fecha de vencimiento. No entiende que el país cambió y que los políticos profesionales en el siglo XXI son solo un actor más junto a un amplio conjunto de ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil que participan en política, fortaleciendo y legitimando la democracia. Con sus declaraciones, el senador no solo mostró soberbia, sino también una profunda cultura antidemocrática. Sin duda, se siente parte de una clase elegida...

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