El complot - 29 de Diciembre de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 830580829

El complot

Si alguien planificó el estallido de octubre (lo que no está probado, pero a estas alturas tampoco puede descartarse), sin duda eligió el momento preciso. Es fácil decirlo después de la batalla, pero los datos disponibles así lo mostraban para quien quisiera leerlo. Si acaso ese alguien, esa mente torcida y planificadora existe, leyó bien. Muy bien.Veamos.La confianza en las instituciones, que se venía deteriorando por las últimas dos décadas, había alcanzado a mediados de 2019 niveles críticos, especialmente en algunas instituciones clave para la estabilidad social y hasta hace poco respetadas. Tal era el caso de Carabineros, el Ejercito, los Jueces y, con estrépito después del caso Renato Poblete, lo que iba quedando de esa reserva espiritual que es para muchos la Iglesia. El clima de pesimismo respecto al rumbo de la economía se había generalizado, con lo que la promesa central del gobierno de Piñera, crecimiento económico, se había diluido por completo.Al pesimismo interno se sumó la escalada en la guerra comercial internacional, con lo que, a lo largo del año, las expectativas se fueron corrigiendo permanentemente a la baja. En septiembre, la confianza de los consumidores (GfK Adimark), índice que reúne la historia de las expectativas económicas de los últimos 40 años, había alcanzado un mínimo solo observado en períodos de crisis, mientras que la aprobación a la gestión del Presidente Piñera bordeaba el 29% (Cadem), una de las peores evaluaciones registradas en democracia (hoy circunda el 10%).Por si no fuera suficiente, el INE mostró, a mediados de año, que durante 2018 la mediana de los ingresos familiares había retrocedido, y por su parte la Encuesta Bicentenario UC 2019 revelaba que las expectativas de progreso para la clase media, o las posibilidades percibidas de un trabajador de adquirir una vivienda, se ubicaban en mínimos históricos.Todo esto debió leer el eventual cerebro planificador. Cifras públicas ampliamente disponibles, nada secreto, nada de big data , nada sofisticado. Si había que dar un golpe al sistema, era el momento. La tensión, el conflicto estaban ahí de manifiesto.Fue entonces cuando, Dios nos libre, una comisión técnica que obviamente no leyó estos mismos datos decidió subir el precio del transporte público. Entonces la indignación estalló... !bang¡Si alguien estaba esperando, supo que era el momento preciso para un blitzkrieg .Puede ser imaginación, de acuerdo, pero lo que objetivamente pudimos observar...

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