Los complejos preparativos para la ceremonia de investidura de Donald Trump
Las preparaciones no han sido fáciles. Cuando faltan solo días para la ceremonia, el equipo de Trump no ha conseguido a ningún cantante de renombre y acumula decenas de rechazos de artistas, como Andrea Bocelli, Elton John y Celine Dion.
El magnate, que durante décadas se codeó con famosos y fue presentador del reality "The Apprentice" y de su posterior variación, "The Celebrity Apprentice", solo ha logrado confirmar la participación de la compañía de baile "The Rockettes", en medio de los reparos públicos de algunas bailarinas, del coro mormón "Tabernacle" y de Jackie Evancho, una adolescente que se hizo famosa al quedar segunda en el concurso televisivo "America's Got Talent" y que cantará el himno nacional. También estarán presentes en la ceremonia seis líderes religiosos.
Un gran contraste con lo que ocurrió con el Presidente Barack Obama. La llegada de un Mandatario afroamericano provocó gran entusiasmo y estrellas como Beyoncé, Jay Z, Aretha Franklin, Mariah Carey, Alicia Keys, Mary J. Blige y Stevie Wonder no solo cantaron en su investidura en 2009, sino también le expresaron su apoyo.
El mayor problema de la ceremonia, sin embargo, no es la estirpe de los artistas, sino que la seguridad. De acuerdo a Michael Chertoff, que fue secretario de Seguridad Interior del Presidente George W. Bush y supervisó la primera toma de posesión de Obama, la investidura de Trump plantea más desafíos que cualquier otra en la historia reciente.
El republicano llega a la Casa Blanca tras una incendiaria campaña y luego de ganar los suficientes votos en el Colegio Electoral, pero no el respaldo popular, lo que genera rechazo.
Además del riesgo que representa cualquier investidura, las más de 30 agencias responsables de la seguridad se están preparando ante la posibilidad de que haya un gran número de manifestantes inundando la capital, junto con los partidarios de Trump, que pueden llegar casi al millón. Esto ya ocurrió antes, tras el triunfo de Trump, cuando se registraron protestas en diferentes ciudades del país, algo inusual en EE.UU.
Los expertos prevén que la factura total de la seguridad de la ceremonia superará los US$ 100 millones.
De todas formas, el clima y la posibilidad de nieve podrían reducir la asistencia, que aunque se prevé alta, no será sorprendente. "La mayor multitud en los últimos años fue para el Presidente Obama", dijo a "El Mercurio" Elizabeth Goldsmith, profesora de la Universidad Estatal de Florida y experta en tomas de posesión...
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