Competencia y cooperación - 18 de Noviembre de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 653460725

Competencia y cooperación

Desde el inicio del debate sobre educación superior, los grados de competencia y cooperación que deben existir entre las instituciones de este ámbito han estado en el trasfondo de la discusión.

Hay voces que cuestionan lo que denominan exceso de competencia en el sistema, aunque no se precisan los alcances de esta calificación, por lo que a menudo pareciera un llamado a evitar un nivel educativo muy dinámico de modo de preservar un cierto statu quo . Esta mirada parece estar muy influida por la decreciente participación de las instituciones del Consejo de Rectores (CRUCh), y en especial de las universidades estatales, en la oferta de educación superior. El año 2000, por ejemplo, esta organización representaba el 46 por ciento de la matrícula de pregrado (las universidades estatales el 28 por ciento). La participación actual es de 20 puntos porcentuales menos (la estatal es de 13 puntos porcentuales). Esto ha ocurrido no porque la matrícula total en estas universidades se haya reducido, sino porque la de otras instituciones ha crecido más rápido.

Es posible que en algunos casos las universidades del CRUCh, particularmente las estatales, hayan tenido que enfrentar obstáculos que impidieron su crecimiento. Sería interesante identificar y remover las barreras, pero en el debate este no ha sido un asunto central. La razón de esto es que algunas de estas instituciones parecen haber elegido crecer más lento, posiblemente porque han decidido ser muy selectivas y en esas circunstancias los estudiantes se han inclinado por otras casas de estudio. Su crítica de que algunas de las instituciones a las que se dirigieron esos estudiantes no tienen la calidad deseada, es legítima, pero eso es materia de un sistema más exigente de aseguramiento de la calidad. Hace cuatro años, el gobierno del Presidente Piñera presentó un proyecto para estos propósitos y es un asunto sobre el que aún no se ha legislado.

Adicionalmente, si los estudiantes que ingresan a esas instituciones son tanto o más vulnerables que los del CRUCh, es obvio que reciban apoyo para cursar sus estudios. Y que si ellos son el 75 por ciento de todos los que cursan estudios superiores, reciban en su conjunto un monto importante de recursos (que en todo caso por alumno son muy inferiores a los que reciben los del CRUCh).

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