Los comerciantes de la sed - 1 de Febrero de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 839744747

Los comerciantes de la sed

Habían pasado once días desde que una válvula rota redujo a un escueto goteo el suministro del sistema de agua del distrito y los teléfonos del negocio de camiones cisterna de Pradeep Tamanz no paraban de sonar.La residencia de la embajada de Malasia tenía muy poca agua y los diplomáticos querían ducharse. Pagarían más si podían llevarles agua con rapidez. Una planta de procesamiento de café estaba a punto de cerrar su producción después de haber vaciado su tanque de almacenamiento. También pagarían la cantidad de dinero que fuese necesaria. En todo el vecindario y desde distintas partes de la ciudad, llegaban llamadas de manera tan ferviente que Sanjay, conductor de un camión cisterna, se preguntó en broma si le robarían el vehículo de manera violenta. "Es como oro líquido", dijo, mientras daba un manotazo a su valiosa carga. "Quizá es mejor que el oro".Tamanz trató de satisfacer la demanda con prisa en una ida y vuelta frenética de las estaciones de carga a las casas y fábricas que solicitaban sus servicios. El personal de sus tres camiones cisterna dormía por periodos de tres o dos horas, a menudo en las incómodas cabinas de los camiones que tienen el tamaño de un refrigerador, y después los vehículos volvían a las carreteras por hasta diecinueve horas al día. Incluso les delegó algunos pedidos a sus competidores, una práctica poco común en el mundo implacable de los camiones cisterna en Katmandú, e incluso le preguntó a un mecánico si podía convertir un camión de remolque en uno cisterna. Con las abundantes ganancias que llegaban, los jóvenes empresarios pensaron que pronto recuperarían su costo.No obstante, sin importar cuánto trabajaran los operarios o con cuánta ferocidad avanzaran con sus enormes vehículos por los caminos llenos de baches, la demanda de la ciudad no cesaba. Todo el proceso era muy lento. La escasez de agua era demasiado severa. Para cuando el servicio de agua se reestableció por completo, algunos hogares habían subsistido solo con bidones pequeños durante casi un mes. "Ni siquiera es temporada alta, pero esto es lo que ocurre aquí", dijo Tamanz. "Cómo serían las cosas si no existiéramos", agregó.En Katmandú, como en gran parte del sur de Asia y regiones de Medio Oriente, Sudamérica y África subsahariana, estos trabajadores y sus camiones cisterna a veces evitan que ciudades enteras queden secas. Sin ellos, millones de hogares no tendrían suficiente agua para cocinar, limpiar o lavar. O quizá no tendrían ni una gota. Y sin ellos, una infraestructura de por sí deteriorada podría...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR