Comenzar ya a construir la nueva minería chilena
Presidente del directorio de Codelco
Recientemente se entregó a la Presidenta Bachelet el documento "Minería y Desarrollo Sostenible de Chile", que expresa la reflexión de destacados académicos, empresarios y políticos coordinada desde el Consejo Nacional de Innovación e inspirada en esfuerzos liderados por el ex Presidente Lagos para comenzar a construir una visión compartida nacional sobre la minería del futuro: lo que el documento llama una minería VIS (virtuosa, inclusiva y sostenible).
Al día siguiente, el directorio de Codelco aprobó US$ 3.300 millones para Chuquicamata Subterránea, uno de los siete proyectos mineros que suman una inversión de más de US$ 23 mil millones para el próximo quinquenio.
Son los niveles de inversión más altos de la historia de la empresa; los mayores, hoy, entre las mineras a nivel global; y nos permitirán permanecer como referente principal de la minería del cobre; y, lo más importante, sustentarán nuestro aporte a la salud fiscal del Estado, las políticas sociales y la reforma educativa.
La simultaneidad del proceso de construcción de una política nacional minera y de una cartera de inversiones en Codelco de escala refundacional es una oportunidad para el país; una oportunidad, porque ellas deben ser consistentes.
Estas inversiones requieren que el modelo de negocio, tecnologías y métodos que la empresa ha tenido por décadas dé paso a una nueva minería, más eficiente, segura y respetuosa con su entorno. Esto genera desafíos:
Primero, un cambio de esta magnitud solo puede hacerse a través de un diálogo técnico y estratégico que involucre a trabajadores, gerencia, profesionales, ingenieros, científicos, comunidades y ciudadanía; con la dificultad adicional de que la construcción de pactos por la productividad, competitividad y sustentabilidad de este tipo no es algo usual en nuestro país.
Segundo, asegurar la rentabilidad en un contexto de precios y leyes bajas, pero costos porfiados, requiere: productividad, optimización, capacitación, reconversión y racionalización. Esto vale para trabajadores propios, pero también para el conjunto de la cadena productiva, o sea, nuestros proveedores de bienes y servicios.
Tercero, enfrentar los desafíos que tenemos en recursos hídricos y energéticos requiere sobriedad en su uso y, también, el desarrollo o apalancamiento de inversiones en desalinización y energía a precios competitivos privilegiando nuevas energías limpias. Dicho sea de paso, los esfuerzos de Codelco en...
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