Colombianos eligen entre la paz que promete Santos y el diálogo condicionado de Zuluaga
En esta campaña con denuncias de fraude, espionaje electrónico, acusaciones de corrupción, encuestas que no aclaran nada, el tema de fondo han sido las negociaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que el gobierno de Santos inició hace 19 meses en La Habana para terminar con el conflicto de medio siglo, y que Zuluaga advirtió que, en caso de ganar, mantendrá pero bajo nuevas condiciones.
"El claustro", como es conocida la sede de la campaña de Santos, queda en silencio cuando a las 11:00 horas empieza el partido, el primero de Colombia en un Mundial en 16 años. La tensión duró los cinco minutos que tardaron los colombianos en meter el primer gol. Santos salta sobre una tarima con los puños en alto, mismo gesto que espera repetir hoy y que no pudo hacer el 25 de mayo pasado.
En esa primera vuelta, con el 29,3% de los votos -contra el 25,6% de Santos- el ganador fue Zuluaga, el hombre de confianza de Álvaro Uribe, el ex Presidente (2002-2010) que acorraló a las FARC con su estrategia militar y que acusa a Santos de traidor por conversar con la guerrilla en vez de darles el tiro de gracia.
Precisamente Zuluaga ganó hace tres semanas con su discurso anti FARC y antiimpunidad, que suavizó luego que Marta Lucía Ramírez, tercera el 25 de mayo con el 15,5% de los votos, pusiera como condición para darle su apoyo que siguiera con las conversaciones en La Habana, pero con cláusulas. La líder del Partido Conservador dice que el diálogo es posible si la guerrilla deja de reclutar niños, enterrar minas antipersonales y de atacar a civiles.
Santos pintó estas elecciones en blanco y negro. El Mandatario ha repetido que hay que escoger entre el fin de la guerra o la guerra sin fin, sin espacio para matices.
"Creo que eso es equivocado", opina el analista Vicente Torrijos. Según él, las FARC utilizan las negociaciones con la "clara intención estratégica de fortalecerse a largo plazo, y lo están logrando". "Después de estar muy disminuidas militarmente, ahora gozan de un estatus político, reconocimiento internacional, han ampliado su red de aliados y siguen ejerciendo la violencia de manera indiscriminada, con lo cual los preacuerdos firmados son una buena herramienta para poder penetrar el Estado", señala el politólogo de la Universidad del Rosario.
Los equipos negociadores en la capital cubana han pactado tres puntos de la agenda de seis: desarrollo agrario, participación política de la guerrilla, narcotráfico. El 7 de junio, en...
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